Un panorama de caos en el mundo árabe
¿La venganza de Yinon?
Oriente Próximo se ha convertido en un arco de inestabilidad desde Iraq y el Golfo Persa hasta Libia y Túnez. El caos y la inestabilidad parecen estar prácticamente en cada rincón del mundo árabe y de Oriente Próximo. No parece que vaya a terminar la sangría.
Sin embargo, un país de la zona brilla con satisfacción. La inestabilidad que junto con Washington ha contribuido a crear en la región ha dado carta blanca a Tel Aviv. El caos circundante ha permitido a Israel seguir adelante con su anexión de cada vez más tierra palestina en Cisjordania mientras simula hablar de paz con la Autoridad Palestina del irrelevante Mahmoud Abbas. Todo lo que necesita ahora es que Estados Unidos encabece una guerra contra Irán y sus aliados.
Esta agitación actual en realidad se parece de manera extraordinariamente a los objetivos del Plan Yinon de 1982, llamado así por el nombre de su autor Oded Yinon, del ministerio de Exteriores israelí, y que preconiza la fractura del norte de África y de Oriente Próximo. Puede que este documento israelí se escribiera en 1982, pero representa los objetivos e ideas estratégicas de Israel. «Romper territorialmente Egipto en diferentes regiones geográficas es el objetivo político de Israel”, afirma el plan. Es una continuación del proyecto colonial británico en la zona y se ha transmitido a la política exterior estadounidense, que explica el punto de vista de los neocons y de Ralph Peters acerca del “Nuevo Oriente Próximo”. El documento “Ruptura limpia” elaborado por Richard Perle [en 1996] para el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu también se basa en el Plan Yinon y aclara la postura actual de los gobiernos de Obama y de Netanyahu sobre Siria.
La no democrática Arabia
La Península Arábiga es un barril de pólvora a punto de explotar. Todos los regímenes son frágiles y no pueden sobrevivir sin Estados Unidos y el patrocinio extranjero. Su preocupación principal es la supervivencia, pero la falta de libertad y la opresión son como un concentrado tóxico a punto de prender un fuego épico que abrasará toda Arabia. “Toda la Península Arábiga es un candidato natural a la disolución debido a presiones internas y externas, y eso es inevitable, especialmente en Arabia Saudí”, señala el Plan Yinon de Israel.
Por lo general, los Estados del litoral del Golfo Pérsico, excepto el Sultanato de Omán, han estado instigando activamente las divisiones entre chiíes y sunníes interna y regionalmente como parte de su intento de obtener cierta legitimidad para las dictaduras de sus familias gobernantes y de sus jerarquías feudales. Esto forma parte de sus estrategias de supervivencia, pero es perjudicial para ellos. El ejército saudí ha intervenido tanto en Bahréin como en Yemen y afirmaba luchar contra una conspiración iraní regional y la traición musulmana chií. Además de acusar a los musulmanes chiíes de la Península Arábiga de discriminación, también se les ha acusado de estar vinculados a Irán, lo que se ha utilizado para justificar su opresión. Sin embargo, según afirma el ayatola saudí Nimr Baqr al-Nimr, no tienen vinculación con Irán ni con ningún otro Estado, ni lealtad hacia ninguno de ellos.
El mundo ha sido testigo de cómo el indefenso pueblo de Bahréin se ha enfrentado a la brutalidad del régimen de Khalifa y de su ejército formado mayoritariamente por fuerzas de seguridad alistadas en lugares como Jordania, Yemen y Pakistán. Los habitantes de Bahréin y específicamente los baharna originarios han sido marginados por medio de los programas de trasferencia de población y de asentamientos del régimen que están naturalizando a extranjeros o importándolos para desplazar a las comunidades baharna y a otras comunidades barheiníes. La mayoría de los barheiníes han sido sistemáticamente discriminados y reducidos a guetos ya que se les prohíbe acceder a los puestos de trabajo y puestos de gobierno más importantes, que se dan a extranjeros. Además del reinado del terror y de la policía secreta de Khalifa, esta dinastía está avivando deliberadamente las tensiones entre chiíes y sunníes para mantener divididos a los barheiníes, mantenerse en el poder y tratar de legitimarse. Bahréin está básicamente bajo ocupación extranjera.
En Arabia Saudí, el retrógrado reino de misoginia y horrores, ha habido agitación popular en contra del régimen de los Saud. A pesar de las brutales ofensivas, desde 2011 ha habido protestas constantes por toda Arabia Saudí reivindicando igualdad, derechos básicos y habeas corpus. También han abundado las especulaciones y rumores acerca de golpes palaciegos en Arabia Saudí. El último de ellos ha sido que el rey Abdullah de Arabia Saudí tenía bajo arresto domiciliario al príncipe Khalid bin Sultan poco después de ser destituido de su puesto de viceministro de Defensa saudí.
En realidad las petromonarquíes árabes son construcciones frágiles asentadas sobre unas bases endebles. Su príncipes están unidos por sus inseguridades, pero tiene una lista de animadversiones mutuas que podrían hacer estallar unas circunstanciaras adecuadas. La sedición y el terrorismo que las petromonarquías están esparciendo por toda la región acabarán estallándoles finalmente en la cara. Los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí temen ya el auge de los Hermanos Musulmanes en el Golfo Pérsico.
En Yemen, la excepción republicana de los reinos de Arabia, existe el riesgo de que el país vuelva a dividirse en las dos partes que se unificaron en 1990, respectivamente Yemen del Norte o la República Árabe de Yemen, y Yemen del Sur o la República Democrática del Pueblo de Yemen. Una rebelión houthi en el norte en contra del acuciado de problemas gobierno yemení, al que los houthi han acusado de discriminar a los musulmanes chiíes zaidi, y un fuerte movimiento secesionista en las zonas del sur han llevado al Estado al borde del colapso y permitido que Yemen se convierta en el patio de recreo de Estados Unidos y del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC, por sus siglas en inglés), específicamente Arabia Saudí. Yemen se ha convertido en la zona de lanzamiento de drones del gobierno Obama.
Sangría en el Mashreq: Mesopotamia y el Levante
La inestabilidad y el terrorismo se han apoderado de Iraq. Se han lanzado grupos a los que se puede denominar Al-Qaeda y han convertido el país en un Estado fallido al implementar una oleada de terror y de violencia en Bagdad y por todo Iraq con el fin de colapsar el gobierno de Iraq. En realidad estos ataques terroristas están vinculados a las agendas de cambio de régimen en Siria de Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudí, Qatar y Turquía. Los grupos terroristas de Iraq también han cruzado la frontera hacia Siria y se han unido a la insurgencia de ahí y formado lo que ellos denominan el “Estado Islámico de Iraq y del Levante”. Tienen la misma estrategia en Iraq y Siria.
Iraq ha pasado a estar dividido en tres secciones. El Gobierno Regional del Kurdistán en Iraq es casi independiente mientras que países como Arabia Saudí y Turquía están sacando partido del sentimiento de carecer de representación que tienen los árabes sunníes. Las potencias exteriores simplemente están alimentando la división entre chiíes y sunníes, y entre árabes y kurdos en Iraq, de la misma manera que están fomentando la división entre comunidades en Siria.
Esto es lo que Oden Yinon tenía que decir de Iraq: “Cualquier tipo de confrontación entre árabes nos ayudará a corto plazo y acortará el camino para el más importante objetivo de dividir Iraq en confesiones religiosas como en Siria y Líbano. En Iraq es posible una división en provincias según líneas étnicas/religiosas como en Siria durante el Imperio Otomano. Así, existirán tres (o más) Estados en torno a estas ciudades principales, Basora, Bagdad y Mosul, y las zonas chiíes del sur estarán separadas del norte sunní y kurdo”.
La sangría en Siria es aún mayor que en Iraq. Analistas, expertos y políticos israelíes y estadounidenses siguen insistiendo en que el país se desmoronará. Las fuerzas contrarias al gobierno apoyadas por el extranjero están matando civiles por su origen comunitario como una manera de difundir la sedición y el odio.
El Plan Yinon de Israel afirma: “La disolución de Siria y posteriormente de Iraq en zonas étnicas o religiosas especiales como Líbano es el objetivo fundamental de Israel en el frente Oriental a largo plazo, mientras que a corto plazo el objetivo fundamental es la disolución del poder militar de estos Estados. Conforme a su estructura étnica y religiosa, Siria se desintegrará en varios Estados como ocurre actualmente en Líbano, de manera que habrá un Estado chií alauita en la costa, un Estado sunní en la zona de Alepo, otro Estado sunní en Damasco hostil a su vecino del norte y los drusos, que establecerán un Estado, puede que incluso en nuestro Golán y sin duda en Hauran y norte de Jordania”.
En el pequeño Líbano han ido aumentando las tensiones como resultado de los acontecimientos en Siria y con la ayuda de las potencias extranjeras que tratan de desencadenar otra guerra civil libanesa, especialmente entre musulmanes. La agitación ha estado promovida por un sólido conjunto de pequeños grupos desviados que apoyan las milicias en contra del gobierno de Siria y Al-Qaeda, que han estado apoyados por Arabia Saudí y el GCC, y a los que el Partido del Futuro de Saad Hariri y la Alianza 14 de Marzo les han dado una cobertura política. “La disolución total de Líbano en cinco provincias sirve como precedente para todo el mundo árabe, incluidos Egipto, Siria, Iraq y la Península Arábiga”, afirma el Plan Yinon.
En Líbano ha empezado una nueva oleada de terrorismo cuyo objetivo deliberado han sido dos zonas musulmanes chiíes de Beirut y los musulmanes sunníes del puerto libanés de Trípoli. El objetivo es hacer que parezca que sunníes y chiíes están cometiendo atentados terroristas los unos contra los otros y que el atentado de Trípoli era la respuesta chií al de Beirut.
Norte de África
Túnez se enfrenta a una crisis cada vez mayor. Ha habido enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad tunecinas y grupos militantes cerca de la frontera con Argelia. Han sido asesinados dos políticos de la oposición, Chokri Belaid y Mohammed Brahmi del Partido Movimiento del Pueblo. Ha habido cada vez más protestas en las que se incluye la exigencia de los partidos tunecinos de la oposición y unionistas de que se disuelva el gobierno del Movimiento Ennahda del primer ministro Ali Laarayedh.
La situación en la vecina Libia es todavía peor y solía introducir armas de contrabando a Túnez y los países circundantes. Ha habido conflictos y huelgas en sus centros petroleros, y el país está dividido de hecho. El gobierno libio tienen poco control del país. El verdadero control está en manos de las milicias en las calles. También está aumentando la tensión con el temor de que las milicias de Mislata puedan hacer un maniobra para obtener el control de zonas aún mayores del país y enfrentarse a Zintan.
Los observadores han advertido que Sudán, que se dividió en dos partes en 2011, podría enfrentarse a una violencia aún mayor ya que se están intensificando los conflictos tribales y el gobierno de Jartúm está perdiendo el control sobre ellos. Aunque Sudán del Sur se ha convertido en un paraíso neoliberal de los inversores para explotar sus riquezas y a sus habitantes, está asolado por la ausencia de ley, las tensiones étnicas y la violencia. Hay que aprender una lección de ello. Sudán del Sur era un lugar mucho mejor y más pacífico cuando era parte de Sudán.
Se están publicando informes de que ha habido una fusión de dos grupos armados en el norte de África. El dirigente de Al-Qaeda en el Magreb Mokhtar Belmoktar ha anunciado una coalición con el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO). Estos grupos han estado activos en lugares como Argelia y Malí, y han proporcionado la excusa perfecta a las potencias externas para intervenir en el norte de África. Ahora afirman que están planeando involucrar a Egipto en una nueva guerra que causará estragos desde la costa atlántica del norte de África hasta el delta de Nilo.
Masacre en Egipto
La República Árabe de Egipto, el más grande de los países árabes, sigue el mismo camino que Argelia. El ejército está decidido a mantenerse en el poder. Egipto también ha desempeñado un papel fundamental en mantener a los árabes paralizados según los planes de Israel. El Plan Yinon afirmaba lo siguiente acerca de Egipto: “Egipto está dividido en muchos centros de autoridad. Si Egipto se desmorona, países como Libia, Sudán e incluso Estados más alejados no seguirán existiendo en su forma actual y se unirán al desmoronamiento y disolución de Egipto”.
El Plan Yinon afirma dos cosas importantes sobre Egipto. La primera es: “Millones de personas están al borde de la hambruna, la mitad de la población activa está en paro y escasea la vivienda en la zona más densamente poblada del mundo. Excepto el ejército no hay un solo departamento que funcione eficazmente y el Estado se encuentra en un estado permanente de bancarrota y depende completamente de la ayuda exterior estadounidense concedida desde la paz”.
La segunda es: “Sin ayuda exterior la crisis llegará al día siguiente”.
Oded Yinon debe de estar regocijándose ahí donde esté. Las cosas parecen ir tal como él predijo, al menos en parte del mundo árabe.
Nota: Todas las citas son del Plan Yinon.
Mahdi Darius Nazemroaya es sociólogo e investigador asociado del Centre for Research on Globalization (CRG) de Montreal. Está especializado en temas de Oriente Próximo y Asia Central. Sus artículos se publican en más de diez idiomas. Su obra más reciente es The globalisation of NATO [La globalización de la OTAN].
Fuente original: Strategic Culture Foundation
Yinon’s Revenge? A Panorama of Chaos in the Arab World, 26 de Agosto de 2013
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.