Trump prohíbe a los musulmanes la entrada a Estados Unidos y lanza la “Guerra Santa contra el Islam radical”
La orden ejecutiva firmada por Trump para prohibir el ingreso de musulmanes a territorio estadounidense tendrá consecuencias devastadoras tanto en Estados Unidos, como en escala internacional.
En simultáneo, la acción tendrá importantes repercusiones sobre la agenda militar de Estados Unidos respecto a Siria, Irak, Libia, Yemen, Afganistán y Pakistán.
En su discurso de inauguración [presidencial], el presidente Donald Trump pidió al “mundo civilizado” unirse “contra el terrorismo islámico radical, que vamos a erradicar por completo de la faz de la Tierra.”
Vale la pena señalar que la orden ejecutiva de Trump para prohibir el ingreso de los musulmanes coincide con la confirmación del republicano Mike Pompeo como jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés). Pompeo es de los republicanos del Partido del Té (‘Tea Party), miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara, con poca experiencia dentro de los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
Pompeo favorece el restablecimiento del “ahogamiento simulado, entre otras técnicas de tortura”. Él ve a los musulmanes como una amenaza para el cristianismo y la civilización occidental. Se le identifica como “un extremista radical cristiano” que piensa que la “guerra global contra el terrorismo” constituye una “guerra entre el Islam y el cristianismo”.
En otras palabras, él representa un fuerte apoyo a la “guerra global contra el terrorismo”, doctrina bajo la bandera de una “Guerra santa contra el Islam”.
La “guerra global contra el terrorismo” está “sobre la mesa” de la administración de Trump como un instrumento de inteligencia de Estados Unidos. (Existe amplia documentación que comprueba que Al-Qaeda e ISIS son “instrumentos de inteligencia”, es decir creaciones de la CIA. A su vez, los terroristas afiliados a Al-Qaeda e ISIS que actúan sobre Siria e Irak son soldados de infantería de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN).
Para decirlo sin rodeos, tanto Trump como el director de la CIA, Pompeo, creen firmemente en su propia propaganda contra el terrorismo. La continuidad está garantizada. El principal soporte de las operaciones de inteligencia estadounidenses es el uso de “terroristas islámicos”, que operan como instrumentos de desestabilización y destrucción. Cabe destacar además que la prohibición de los musulmanes para entrar en Estados Unidos también forma parte de una agenda de seguridad interior.
Por lo tanto, es poco probable que haya un cambio radical bajo la administración de Trump en lo que respecta a la agenda militar de Estados Unidos en el Medio Oriente. De acuerdo con la agencia de noticias Reuters: “Se espera que el presidente Donald Trump empiece a firmar órdenes ejecutivas a partir del miércoles, que incluyen una prohibición temporal a la mayoría de los refugiados y una suspensión de los visados para los ciudadanos de Siria y otros seis países del Medio Oriente y África“. Estos países se identifican como naciones “propensas al terrorismo”, aun cuando es Estados Unidos quien está apoyando de forma encubierta el terrorismo en estos países.
Todo parece indicar que prevalecerá una visión sectaria en lo que respecta a la inmigración. La prohibición [impuesta por Trump] no se aplica a los refugiados cristianos de Siria e Irak:
Es previsible que Trump ordene durante varios meses la prohibición a los refugiados para que ingresen a Estados Unidos, excepto a las minorías religiosas que huyen de la persecución, hasta no llevarse a cabo una investigación mucho más detallada.
Otro de las órdenes ejecutivas bloqueará los visados de cualquier persona originaria de Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, señalaron varios de los funcionarios y expertos, que pidieron no revelar su identidad.
Las medidas de seguridad fronterizas incluirían también la construcción de un muro en la frontera con México a fin de reducir el número de inmigrantes ilegales que viven en Estados Unidos.
Tanto Trump, como su candidato a fiscal general, el senador estadounidense Jeff Sessions, (quien aún no ha sido confirmado por el Senado de Estados Unidos) han dicho “que se centrarían en las restricciones sobre los países cuyos emigrantes representan una amenaza, en lugar de colocar una prohibición a las personas que profesen una religión específica”. Sin embargo, en la orden ejecutiva esa distinción no aparece como tal:
Otras medidas incluirían directamente a todas las agencias para implementar finalmente un sistema de identificación biométrica para que los no residentes puedan entrar y salir de Estados Unidos, así como un operativo contra los inmigrantes que reciben beneficios de parte del gobierno de forma fraudulenta, según los asesores del Congreso y expertos en inmigración.
Para restringir la inmigración ilegal, Trump ha prometido construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México y deportar a los inmigrantes ilegales que viven dentro de Estados Unidos (Reuters, énfasis añadido).
Michel Chossudovsky
Artículo original en inglés:
Trump Bans Muslims from Entering the United States, Launches “Holy War against Radical Islam”, publicado el 25 de enero de 2017.
Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).