SouthCom: Washington desarrolla sus operaciones en la base aérea de Soto Cano en Honduras
Acorde con informaciones de prensa dadas a conocer el 17 de Noviembre, a la Harris Corporation, una compañía internacional de comunicaciones y tecnología informática, se ha concedido el Sistema de Control, Comunicaciones y Computación del Comando Sur de los EE.UU (COMSUR-“SouthCom”), las operaciones y el programa de mantenimiento para la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) Bravo en la base Aérea de Soto Cano en Honduras. (El “SouthCom” es el comando estratégico de las fuerzas armadas estadounidenses encargado de garantizar el control de Latinoamérica.) Este contrato de cinco años de la orden de tarea comprende un año base más cuatro opciones por un año, e incluidas todas las opciones está valuado en 38 millones de dólares.
Este programa de infraestructura de importancia decisiva apoya al Comando de FTC- Bravo, el Comando de todas las operaciones militares de los EE.UU en América Central en la ejecución de la estrategia COMSUR para construir capacidad de nación asociada (“Partner Nation Capacity”). Está diseñado para sostener la seguridad, la estabilidad y la prosperidad en las Américas. Esta responsabilidad comprende, según la prensa:
– Promover nuevas visiones del Gobierno de los EE.UU y las instituciones de la región.
– Reducir fuentes de conflicto y tensiones.
– Promover asociación cuando sea necesaria.
– Fortalecer iniciativas para impedir el tráfico de narcóticos y otras amenazas internacionales.
Harris es una compañía internacional de comunicaciones e información que sirve al gobierno y a los mercados comerciales en todo el mundo. Con su oficina principal en Melbourne, Florida, la compañía tiene aproximadamente $5 billones de ingresos anuales (cinco mil millones) y más de 15,000 empleados, incluidos aproximadamente 7,000 ingenieros y científicos.
En la medida que el pueblo hondureño está desarrollando su lucha para boicotear las elecciones fraudulentas que se celebrarán en Noviembre 29 y a favor de una Asamblea Constituyente, Washington ya está arrogantemente avanzando su programa post-Noviembre 29. Para el imperialismo, es el negocio como siempre, sin considerar las posiciones, los sacrificios y los sentimientos de la inmensa mayoría del pueblo en Honduras.
Esta última decisión bajo la administración de Obama, brinda al pueblo una oportunidad para ver de nuevo qué son las “nuevas visiones del Gobierno de los EE.UU y las instituciones de la región”. Ellas no son nuevas, sino es la misma visión imperialista de dominación e interferencia por parte de los EE.UU en todo el hemisferio al sur del Río Grande. La única cosa que es nueva es la apariencia, con el objetivo de que los pueblos de la región y del mundo acepten la vieja política ahora disfrazada en una nueva retórica.
Si los EE.UU estuvieran realmente interesados en el objetivo señalado más arriba de “reducir fuentes de conflicto y tensión”, el Presidente Zelaya hubiera sido reinstalado hace mucho tiempo en su cargo y la represión por los militares entrenados por los EE.UU no solo hubiera sido detenida, sino también los culpables hubieran sido juzgados y castigados por los crímenes contra el pueblo de Honduras.
Sin embargo, después de todo, este es el mismo Washington que recientemente concluyó el acuerdo con Colombia para las siete bases militares allí.