Planes de la extrema derecha de desfilar dentro de una ciudad árabe

Los grupos extremistas de colonos que suelen estar participar en enfrentamientos violentos con los palestinos en el centro de Hebrón han elegido su próximo campo de batalla, esta vez fuera de Cisjordania.

Un grupo de extrema derecha conocido como el Frente Nacional Judío y estrechamente asociado a los colonos de Hebrón, se está preparando para desfilar por una de las principales ciudades árabes en el norte de Israel. Según informó el grupo esta semana, el desfile, aprobado por el Tribunal Supremo en octubre, está programado para el 15 de diciembre.

Se espera que la policía despliegue miles de efectivos para impedir problemas y se ha limitado a cien el número de miembros que participen en el desfile. La policía afirma que éste no entrará en el centro de la ciudad, aunque no está claro si se permitirá a los miembros del Frente llevar las armas que se les han entregado a la mayoría de ellos por ser colonos.

El Frente ha afirmado que ondearán banderas israelíes en lo que el grupo ha llamado una manifestación de “orgullo judío” por [la ciudad de] Umm al-Fahm, en la que viven casi 45.000 ciudadanos palestinos de Israel.

La idea principal del Frente es la expulsión de todos los palestinos de lo que él llama “Gran Israel”, que incluye también Cisjordania y Gaza. Bordea la ilegalidad con sugerencias veladas de que también se debería hacer una limpieza étnica de los ciudadanos palestinos de Israel.

“Desfilaremos por Umm al-Fahm con banderas para enviar a cada uno un mensaje de que la Tierra de Israel nos pertenece”, declaró el dirigente del Frente, Baruch Marzel.

El desfile ha suscitado una furiosa oposición entre los residentes locales y los dirigentes de la minoría palestina. Jamal Zahalka, un miembro árabe del Parlamento, consideró que la decisión del Tribunal Supremo era una “legitimación del racismo”: “Utilizaremos nuestro derecho a protestar y a defender Umm al-Fahm de estos fascistas y racistas”.

No es la primera vez que Umm al-Fahm atrae el interés de la extrema derecha de Israel.

El partido Kach (dirigido por el rabino Meir Kahane) celebró un desfile similar en 1.984, el año en que obtuvo representación parlamentaria por primera vez. Una década después el partido, que organizó ataques contra palestinos, fue ilegalizado al ser declarado organización terrorista.

Sin embargo, la ilegalización del Kach se ha cumplido de una manera laxa. Varios ex-dirigentes del ex-Kach, incluyendo a Marzel, él mismo un colono de Hebrón, han reinventado el grupo como Frente Nacional Judío. Marzel ha hecho varios intentos infructuosos de llegar al Parlamente y se presentará de nuevo en febrero.

Según Jafar Farah, del lobby político árabe Mossawa, el objetivo del desfile por Umm al-Fahm es en parte electoral. “En general las acciones de los colonos de Hebrón no han sido populares entre los judíos israelíes. Por medio de esta provocación en Umm al-Fahm, el Frente espera obtener una mayor simpatía del público”.

Marzel ha llevado a cabo maniobras similares contra ciudadanos palestinos, que constituyen una quinta parte de la población israelí. Sus seguidores han desfilado por la ciudad árabe de Sakhnin en Galilea y por un barrio árabe de la “ciudad mixta” de Jaffa.

Pero Farah cree que esta vez han elegido Umm al-Fahm porque puede ser etiquetada más fácilmente de “ciudad enemiga”.

En los últimos años la ciudad obtuvo una gran notoriedad entre el público judío. Sus residentes tomaron airados las calles en octubre de 2.000 para protestar contra los primeros momentos del aplastamiento por parte del ejército de la segunda Intifada. Los enfrentamientos con la policía provocaron que tres dirigentes locales fueran asesinados a tiros.

Situada en una zona conocida como el Pequeño Triángulo, una franja estrecha que abraza el extremo noroeste de Cisjordania, la ciudad era considerada antaño (antes de la construcción del Muro de separación) la puerta de entrada de los suicidas de Jenin.

Su población musulmana ha logrado resistir a los intentos oficiales de “jedeizar” la zona trayendo judíos a colonizarla, como ha ocurrido por todas partes en Israel.

Los políticos, que con regularidad se refieren al Pequeño Triángulo como una amenaza para la judeidad del país, han estado concibiendo formas de transferir a un cuarto del millón de habitantes de la zona a otra al otro lado del muro a cambio de aquella.

Umm al-Fahm también es la base del ala radical del Movimiento Islámico de Israel. Su dirigente, el jeque Raed Salah, residente en Umm al-Fahm, se ha ganado un odio especial de muchos judíos israelíes por su campaña para proteger la mezquita al-Aqsa de Jerusalén de los planes israelíes de afianzar su dominio en Ciudad Vieja [de Jerusalén].

La semana pasada en una manifestación celebrada en Nazaret contra la política del gobierno en Gaza, el jeque Salah llamó sin rodeos a los ministros del gobierno “asesinos” involucrados en “crímenes de guerra”.

“Los habitantes de Umm al-Fahm resistieron el desfile de Kahane hace más de 20 años”, afirmó Farah. “Marzel espera que si hay enfrentamientos entre los que van a desfilar y los habitantes locales, la policía volverá a atacar a los residentes en Umm al-Fahm. Él podrá retratar a su grupo como víctimas de la brutalidad árabe”.

Parece que el Frente tiene otros objetivos adicionales. Espera debilitar la autoridad del Tribunal Supremo, que es muy odiado por la extrema derecha ya que ésta considera que pone freno a los excesos del movimiento de los colonos.

Durante la sesión el Frente estableció paralelismos entre su derecho a desfilar en Umm al-Fahm y una decisión anterior del Tribunal que protegía el derecho de los activistas israelíes a manifestarse en Hebrón contra los colonos. El Frente argumento que ambos eran casos de libertad de expresión.

“Si [los jueces] no aprueban nuestra petición, esto causará un grave perjuicio a la confianza del público en el Tribunal y enviará el mensaje de que lo que se nos prohíbe a nosotros es lo que se permite a árabes e izquierdistas”, afirmó otro dirigente del Frente, Itimar Ben-Gvir.

En lo que posiblemente sea una señal de intimidación del Tribuna los jueces ignoraron las recomendaciones tanto de la policía como del servicio de seguridad del Shin Bet de prohibir el desfile porque podía desencadenar una violencia generalizada entre judíos y árabes, especialmente tras los recientes enfrentamientos entre ambas comunidades en la ciudad de Acre. Cuando se trata de Cisjordania, el Tribunal raramente rechaza los argumentos de seguridad.

Farah señaló que esta medida del Frente también forma parte de una tendencia más amplia ente los colonos de volver a llevar su lucha dentro de Israel tras su fracaso en impedir el desalojo de unos 8.000 colonos de Gaza en 2005.

Una cantidad significativa de religiosos judíos de la línea dura han elegido ser realojados en zonas de Israel densamente pobladas por palestinos al afirmar que están ahí para impedir que los judíos pierdan la batalla demográfica. En las ciudades mixtas la respuesta de los colonos ha sido establecer dentro o cerca de los barrios palestinos campamentos armados disfrazados de seminarios religiosos.

Según un periodista local, Ala Hlehel, en Acre más de mil colonos extremistas han ayudado a establecer unos veinte seminarios. Un grupo llamado “las Semillas de los Asentamientos” ha concentrado sus esfuerzos en otras ciudades mixtas como Jaffa, Ramle y Lod.

Parece que el Frente quiere aumentar la presión sobre los ciudadanos palestinos de Israel llevando la lucha directamente a una de sus ciudades más grandes.

Una versión de este artículo se publicó originariamente en The National (www.thenational.ae), de Abu Dhabi.

Enlace con el original: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=11310

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.

Jonathan Cook es un escritor y periodista residente en Nazareth, Israel. Su ultimo libro es Disappearing Palestine: Israel’s Experiments in Human Despair, Zed Books. Su página web es www.jkcook.net.


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