El maratón electoral en cinco estados indios tuvo un claro vencedor, el primer ministro Narendra Modi salió fortalecido de cara a los comicios generales de 2019 y consolidó su posición como principal figura de la política nacional.
El gubernamental Bharatiya Janata Party (BJP) se apuntaló como la fuerza política más grande de la India en la actualidad tras arrasar en las justas, en especial en el norteño territorio de Uttar Pradesh, el más populoso del país.
Con unos 215 millones de habitantes, Uttar Pradesh era la joya de la corona en el proceso electoral iniciado el 4 de febrero que incluyó los territorios de Manipur, Uttarakhand, Goa y Punjab.
En Uttar Pradesh, el BJP conquistó 312 escaños (más 13 de formaciones aliadas) de los 403 que integran la Cámara baja del parlamento regional, muy por delante de los 54 asientos obtenidos por la Alianza del opositor Partido del Congreso y el Samajwadi Party (SP), encabezado por el derrotado jefe de gobierno estadual, Akhilesh Yadav.
Para el diario The Hindu, el triunfo parece más grande teniendo en cuenta que BJP ganó sólo 47 curules en los comicios de 2012 y 51 cuatro años antes.
Desde la independencia en 1947, ocho de los 14 jefes de gobiernos indios nacieron en Uttar Pradesh, lo que resalta la importancia electoral y política de ese territorio.
Fue un nocaut, un triunfo personal de Modi, que ahora puede asegurar el dominio casi total del BJP en esta nación surasiática, afirmó el diario The Hindustan Times.
Con el jefe de gobierno como bandera, el Bharatiya logró en Uttar Pradesh la mayor victoria desde que la asesinada primera ministra Indira Gandhi llevó al Congreso a conquistar 309 escaños en 1980.
Para el periódico, este triunfo refuerza la imagen del jefe del gabinete indio para las elecciones de 2019, es un espaldarazo a sus estrategias y le otorga un mayor margen de maniobra para lanzar una nueva ronda de reformas.
El tsunami Modi barrió a sus rivales, renueva la esperanza del BJP de mantener el poder en dos años y es un bálsamo tras la derrota en el vecino estado de Bihar, el pasado año, coincidió el rotativo The Times of India.
La espectacular victoria en el corazón de la India garantiza al partido gubernamental elegir al presidente del país en los comicios de julio, afirma la publicación.
Es un revés monumental, estamos decepcionados, admitió el portavoz del Congreso, Sanjay Jha, mientras su colega Sandeep Dikshit destacó que el partido está en shock.
En Uttarakhand, la formación gubernamental arrebató el poder al Congreso al lograr 56 de los 70 curules en disputa.
Aunque la formación de Sonia y Rahul Gandhi fue la más votada en Manipur y Goa, el BJP podría gobernar en esos territorios por su alianza con otros partidos minoritarios.
Solo en Punjab la principal agrupación opositora india logró imponerse a su rival tras alcanzar 77 de los 117 asientos del legislativo regional.
Agradezco al pueblo de India por su fe continua, su apoyo y su afección hacia el BJP. Es una lección de humildad y una gran emoción, expresó en su cuenta de Twitter el primer ministro.
Aunque fueron elecciones parciales, medios de prensa nacionales y analistas siguieron con lupa el proceso al considerarlo un referendo sobre la decisión de Modi de eliminar en noviembre de circulación los billetes de 500 y mil rupias (7,5 y 15 dólar, respectivamente).
La medida provocó largas colas en los bancos y cajeros de toda la nación surasiática y una dura respuesta de la oposición.
El jefe de gobierno de Delhi, Arvind Kejriwal, es otro de los grandes derrotados tras el escaso respaldo electoral a su partido: el Aam Aadmi Party (AAP), en Goa y Punjab.
Kejriwal intentó proyectar al APP como una formación nacional, más allá de esta capital, pero apenas lo logró al conquistar 20 asientos en Punjab, aunque durante semanas se trasladó en repetidas ocasiones a esos territorios para hacer campaña.
Roberto Castellanos Fernandez
