La balcanización de Libia

EL CAIRO, 13 de mayo 2011 (Inter Press Service) – A medida que la batalla por Libia se recrudece -con el corazón económico del país, Misurata, siendo escenario de algunos de los más feroces combates del levantamiento- los expertos advierten que una “balcanización” de Libia es posible si los EE.UU. y la OTAN optan por explotar las lagunas existentes en la Resolución 1973 para armar a la oposición.

En la región, “Muammar Gaddafi abogaba porque la Unión Africana (UA) fuera independiente en lugar de estar sometida a la UE y los EE.UU., presionando al Banco Africano de Desarrollo (BAD) y sustituir al franco por una moneda africana”, dice Mahdi Darío (Darius) Nazemroaya, investigador asociado del Centro de Investigaciones sobre la Globalización (CRG) especializada en el Oriente Medio y Asia Central. “Siendo realistas, la intervención de Libia es un ataque contra el continente africano mediante cortarle la cabeza. Ellos no solo quieren “balcanizar” -fragmentar y dividir- Libia, quieren “balcanizar” el continente.”

“Ahora occidente ha vuelto a descubrir que Gaddafi es un dictador y un tirano, y que están dispuestos a tomar medidas contra su régimen, en virtud de la Resolución 1973, que se ocupa principalmente de la protección de los civiles. La ironía es que la OTAN está utilizando armamento de la UE para bombardear algunas de las mismas armas que le habían vendido antes”, dice Kaye Stearman, coordinador de medios de comunicación con la campaña británica contra el Comercio de Armas (CAAT).

En respuesta, el ex embajador británico en Libia, Richard Dalton, dijo que “la OTAN no tiene intereses estratégicos en Libia o en otros lugares más allá de lo establecido en el Tratado del Atlántico Norte ampliados por decisiones hechas públicas y por el Consejo de la OTAN. Su preocupación en Libia es la aplicación de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad”.

“La UE quiere ver estabilidad, prosperidad y buen gobierno en todos sus vecinos”, subrayó Dalton.

De acuerdo con la Resolución 1973, que autoriza medidas para proteger a los civiles libios, todos los Estados miembros deben velar por la aplicación estricta del embargo de armas establecido en los párrafos 9 y 10 de la anterior Resolución 1970.

Geográficamente, Libia es una puerta de entrada desde el Norte hasta África central y se coloca entre África oriental y occidental. Defensores de derechos humanos advierten que armar a los grupos de oposición podría extender los conflictos tribales fuera de las fronteras de Libia. Esto también sería una violación directa del mandato de la ONU, dicen.

“Algunos países de la UE también están considerando la posibilidad de suministrar armas a los rebeldes anti-Gaddafi, que podría aumentar la inestabilidad en el futuro. Esto puede tener consecuencias imprevisibles a largo plazo, que pueden causar un gran daño a las sociedades y atentar contra la consolidación de la paz”, dice Stearman.

Un ejemplo de cómo se ha desempeñado en el pasado, explica Stearman, fue cuando los EEUU armaron a las “fuerzas mujaidines de libertad” en Afganistán en los años 1980 y 1990, lo que activó conflictos prolongados, llevó al crecimiento de los extremistas armados, incluidos las fuerzas de los talibanes locales y extranjeras, la proliferación de una sociedad basada en el señor de la guerra y la frustración del crecimiento de la sociedad civil. Además, el mismo armamento suministrado por los EE.UU. fue utilizado más tarde contra EE.UU. y las fuerzas aliadas.”

Durante la Conferencia de Potsdam en 1945 – al final de la Segunda Guerra Mundial – la Unión Soviética, Gran Bretaña y EE.UU. llegaron a un callejón sin salida sobre el destino de las incautadas colonias italianas en Libia. Los EE.UU. quería una administración fiduciaria de las Naciones Unidas, pero la Unión Soviética propuso varios fideicomisos provinciales, con Tripolitania bajo su mando, Fezzan en Francia, y Cirenaica en Gran Bretaña.

La historia se repite ahora con los EE.UU. y la UE no sólo buscando dividir a Libia bajo dos administraciones en Trípoli y Benghazi, sino también eliminar a un competidor clave que tuvo visiones de unir a África, dijo Nazemroaya.

Libia y China se estaba convirtiendo rápidamente en socios clave de la energía mientras Beijing se posicionó como el tercer mayor comprador de petróleo de Libia – con más de 50 proyectos de inversión en marcha.

Analistas como el periodista del Asia Times, Pepe Escobar, autor de Obama does Globalistan, apuntan que China ha sufrido un golpe serio con los recientes disturbios en el norte de África. Sus nuevos contratos en Libia por un total de 18 billones de dólares han disminuido casi un 53 por ciento – este era el objetivo del Comando de EE.UU. en África (AFRICOM) y de sus políticas estratégicas para minimizar los intereses económicos de China en África.

El AFRICOM, con sede en Stuttgart, Alemania, es responsable de las actividades militares de EE.UU. en 53 naciones africanas.

Los EE.UU. querían una base en África y la intervención de Libia “ha proporcionado la oportunidad”, dijo Escobar. “La participación de AFRICOM es la estrategia del Pentágono para hacer frente a las inversiones chinas en África.”

Escobar dice que en la Cumbre de Lisboa 2010 de los líderes de los gobiernos de la OTAN el orden del día era “el dominio total del Mediterráneo y el establecimiento de un “lago” de la OTAN. Los tratos de Gaddafi con China irritaban a Bruselas, París, Londres, y por supuesto a Washington.”

En los últimos días, la demanda de la oposición Libia de haber ganado ventaja al tomar el control de la ciudad sitiada de Misurata, cuyo estratégico puerto ha sido una línea de vida clave para las misiones de ayuda humanitaria, evacuación de los inmigrantes y los refugiados que huyen de la violencia.

Sin embargo, Nazemroaya, señala que Misurata – que podría asimilarse a una Shanghai en el continente africano – es una importante base industrial y comercial de Libia y África, que sería un importante premio económico para que la oposición mantenga el control.

“Misurata es una ciudad industrial muy importante y un centro económico. Qasr Ahmed, que se encuentra a 250 kilómetros al este de Trípoli, es un puerto comercial, y la sede principal del hierro y acero libios de la empresa Lisco, que exporta más del 60 por ciento de su productos, con casi el 50 por ciento yendo a los mercados de Italia y España”, dijo Nazemroaya. “Además, la Compañía Nacional de Petróleo de Libia – que es una de las 20 primeras empresas de energía a nivel mundial – también tiene su base allí. La privatización está ocurriendo con el pretexto de una misión de mantenimiento de la paz exterior, por lo que la UE quiere enviar soldados.”


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Articles by: Simba Russeau

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