Israel y Libia preparan a África para el “Choque de Civilizaciones”

Tercera de cuatro partes sobre Libia: Israel y Libia

Una vez más, Mahdi Darius Nazemroaya arranca la capa de legitimidad y engaño que rodea el genocidio de EE.UU y la OTAN que actualmente tiene lugar en Libia. En su primer artículo, Nazemroaya saca a la luz el mecanismo mediante el cual el mundo llegó a “conocer” la necesidad de una intervención humanitaria en la Jamahirya Árabe Libia y las admisiones de EE.UU./OTAN de intentos de asesinato selectivo contra el líder de la Revolución Libia de 1969, Muamar Gadafi. En la primera de estas cuatro partes desde su retorno de Libia, Nazemroaya deja en claro que nunca hubo evidencia alguna presentada a las Naciones Unidas o a la Corte Penal Internacional para merecer o justificar las Resoluciones 1970 y 1973 de las Naciones Unidas o las actuales operaciones de EE.UU./OTAN dentro de Libia.

En su segundo artículo que detalla esta tristísima historia, Nazemroaya denuncia las relaciones entre los principales protagonistas libios/OTAN y la Fundación Nacional por la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) financiada por el Congreso de EE.UU. Increíblemente, cuando destacados miembros del Congreso de EE.UU. proclamaron públicamente una y otra vez que no sabían quiénes eran los colaboradores “rebeldes” libios de la OTAN, esos así llamados líderes rebeldes seleccionados eran políticos con una relación íntima con protagonistas de la NED. Los dirigentes del Consejo Nacional de Transición, confabulados para aparecer extremadamente influyentes ante los públicos en las antiguas capitales coloniales, tienen muy poca influencia o apoyo dentro de Libia, y pueden ser comparados con una autoridad neocolonial moralmente corrupta del tipo Hamid Karzai que preside sobre y otorga una hoja de parra de “legitimidad” a los extranjeros cuyo objetivo es la destrucción total de ciudadanos recalcitrantes que demandan autodeterminación para sus propias comunidades y países. Nazemroaya también denuncia que, a pesar de su Guerra Global contra el Terror, el gobierno de EE.UU. financió efectivamente a terroristas y criminales libios buscados por INTERPOL.

En ésta, la tercera de cuatro partes, Nazemroaya aparta la hoja de parra de EE.UU./OTAN y lo que revela son las abominables, odiosas, inhumanas y cínicas maquinaciones del lobby pro Israel que es la única fuerza política que parece capaz de instruir a las más importantes fuerzas armadas y al más poderoso de los dirigentes del mundo para que actúen de maneras que amenazan la paz y la tranquilidad de sus propios partidos políticos y la seguridad nacional de sus propios gobiernos. Por cierto, mediante su política de apoyo a Israel, no importa cuán beligerantes sean sus políticas, EE.UU. ha erosionado su propio interés nacional, como siguen señalando advertencias de dirigentes militares estadounidenses.

De hecho, mis propias experiencias personales con el lobby pro Israel dentro de EE.UU. demuestran el intenso interés de Israel en África. He escrito sobre mi experiencia con el “compromiso” de apoyar a Israel que es impuesto a cada candidato al Congreso de EE.UU.; la negativa de firmarlo, como yo hice, significa que no habrá un solo dólar de los millones gastados en cada ciclo electoral en contribuciones a la campaña y que pueden asegurar la más empedernida satanización mediática del candidato que no coopera. Viene a la mente la satanización del primer miembro negro del Congreso desde la Reconstrucción, Earl Hilliard, en su campaña por la reelección de 2002, con consideración específica de sus visitas a Libia. Semanas después, muchos de los donantes neoyorquinos para su reelección, reaparecieron en los cofres de campaña de mis propios oponentes. Mientras yo era presentada en cartas a partidarios del lobby pro Israel como anti-israelí, sigo creyendo que el lobby consideró que mis actividades muy reales en África eran las más amenazantes. De la reforma agraria a los diamantes ensangrentados a diversas advertencias que envié a ciertos países africanos productores de petróleo para que apoyaran la autodeterminación africana y se opusieran a esfuerzos por crear divisiones artificiales en la Costa de Marfil, Zaire/República Democrática del Congo, Ruanda, y Sudán, encontré un interés increíble en todo lo africano por parte del lobby pro Israel.

De hecho, me invitaron a alquilar mi semblante “negro” a esos mismos intereses y ser arrestada frente a la embajada de Sudán para sembrar la misma narrativa de “negro contra árabe”, que trágicamente está siendo creada en Libia, lo que Nazemroaya describe de manera tan exhaustiva en su texto. Noto aquí que algunos negros dentro y fuera del Congreso de EE.UU. eligieron aceptar esa invitación en particular y ser arrestados. Mi representante estuvo presente en la reunión en la cual esas actividades fueron planificadas, el financiamiento fue organizado, y las acciones puestas en movimiento. Fue una manipulación intencional de la política de EE.UU. y, lo que es más importante, de las despreciables conductas en Sudán que condujeron a abusos de los derechos humanos y a crímenes contra la humanidad. Los guardianes de la agenda pro Israel dentro del Congreso consideraron que mi propia propuesta de legislación para excluir a corporaciones de la bolsa estadounidense que ayudaran, secundaran e instigaran o participaran de alguna manera en abusos humanos era una respuesta inaceptable a los abusos muy reales que tenían lugar en ese país.

Además, mientras estuve en prisión en Israel, lo que señalaban las prisioneras, en su mayoría africanas en mi bloque de celdas en la Prisión Ramle, fue que eran adherentes de “la religión equivocada”. La purga de cristianos dentro de Israel es un hecho. Los grafiti sobre la pared de mi sala de espera israelí, en otro complejo carcelario antes de mi liberación, dejaban en claro que los cristianos deportados no eran deseados en Israel y pensaban que era por su religión. El reciente impulso de Israel, a pesar de sus residentes no judíos, de identificarse como “Estado judío” es revelador.

Mientras estuve en Libia, encontré a muchos africanos que dijeron que habían decidido vivir en ese país por el panafricanismo de las políticas de la Jamahirya Libia. De hecho, mientras estaba en una “Conferencia de Africanos en la Diáspora” en ese país en enero/febrero de 2011, presencié personalmente, junto con una delegación de EE.UU., a Muamar Gadafi prometiendo 90.000 millones de dólares a unos “Estados Unidos de África” que trabajarían en conjunto para construir el continente y contrarrestar los esfuerzos por penetrar y re-colonizarlo. Los negros estadounidenses que lucharon con dignidad, autodeterminación contra la opresión y el imperialismo de EE.UU. en los años sesenta y setenta tienen una relación con Muamar Gadafi y el gobierno de la Jamahirya que data de décadas. En las 29 paradas de mi Tour de la Verdad de Libia, encontré numerosos ciudadanos estadounidenses que recordaron a las audiencias las contribuciones de Muamar Gadafi y del gobierno de la Jamahirya contra el imperialismo británico en Irlanda del Norte. Africanos continentales que asistieron a esas paradas del Tour recordaron a las audiencias el apoyo de Muamar Gadafi a Nelson Mandela y a africanos que luchaban por liberar al continente de apartheid en tiempos en los que Israel compartía una alianza con ese gobierno. También señalaron el actual apoyo del gobierno de la Jamahirya a muchos proyectos de desarrollo en todo el continente y para el presupuesto de la propia Unión Africana. Por ello, muchos observadores alarmados han subrayado que el ataque de EE.UU./OTAN contra Libia es en realidad un ataque contra toda África. Nazemroaya destaca elocuentemente este punto mientras revela los motivos subyacentes para la “súper violencia” que vemos en Libia a la cual se oponen grandes mayorías de votantes en Estados miembros de la OTAN, a juzgar por los resultados de sondeos. Lo que viene a mi mente es la pregunta de cómo alguien que se identifica con la comunidad de la paz haya podido apoyar un ataque semejante contra Libia, especialmente mientras el pueblo de Libia resiste valientemente la dominación de la OTAN.

Nazemroaya destaca que: “Se está realizando un intento de separar el punto de fusión de una identidad árabe y una africana”. La Voice of America ha sacado a la luz los aspectos psicológicos de su brutal intervención y alude al modo de pensar de los peones libios de EE.UU. y la OTAN; varios informes sugieren que la “nueva” Libia se orientará más hacia su identidad árabe que a su identidad africana. Y la imposición exitosa de EE.UU/OTAN de las cadenas psicológicas de la negación de identidad son las cadenas más duraderas. Mientras estaba en Túnez, me vi realmente cara a cara con los frutos de este proyecto cuando un taxista nacido en Túnez me dijo que él no era africano. Muamar Gadafi persuadió a todos los libios de que Libia, como lo dicta su geografía, es un país africano. Parece aparentemente ridículo que sea necesario reiterar un hecho semejante, si no fuera por el racismo, el lavado de cerebro y los fundamentos psicológicos de la actual política de EE.UU./OTAN y sus antecedentes coloniales, denunciados por Nazemroaya.

Finalmente, Walter H. Kansteiner ha tenido diferentes puestos en el aparato de política exterior del gobierno de EE.UU. y ha expresado exactamente las políticas descritas por

Nazemroaya. Entre los puestos de Kansteiner hay tareas como director para África en el Departamento de Estado y director del Consejo Nacional de Seguridad para Asuntos Africanos durante la presidencia de George Herbert Walker Bush y secretario adjunto de Estado para Asuntos Africanos durante la presidencia de George W. Bush. Durante esas tareas, el señor Kansteiner estuvo en condiciones de iniciar la balcanización de África que ahora llega a fructificar en el continente. Me sentí obligada a escribir al presidente Bush en el año 2001 para expresar mi alarma ante sus sugerencias para la República Democrática del Congo. A mi juicio, Laurent Kabila fue asesinado porque se negó a balcanizar el Congo. (Personalmente relaté su última conversación con cierto representante estadounidense que lo alentó a traicionar al Congo. En sus últimas palabras a mi persona: “Nunca traicionaré al Congo.”)
 
Cynthia McKinney, 10 de octubre de 2011.

Cynthia McKinney es ex representante de Georgia en el Congreso de EE.UU. de 1993 a 2003 y 2005 a 2007. También fue candidata a presidente por el Partido Verde.

Israel y Libia: Preparación de África para el “Choque de Civilizaciones”
Mahdi Darius Nazemroaya

Durante el gobierno de Obama EE.UU. ha expandido su “guerra prolongada” a África. Barack Hussein Obama, el así llamado “Hijo de África”, se ha convertido en realidad en uno de los peores enemigos de África. Aparte de su continuo apoyo a dictadores en África: la República de Costa de Marfil fue desarticulada bajo sus ojos, la división de Sudán fue públicamente apoyada por la Casa Blanca antes del referendo, Somalia fue aún más desestabilizada, Libia fue enconadamente atacada por la OTAN, y el Comando África de EE.UU. (AFRICOM) va a toda marcha.

La guerra en Libia es solo el comienzo de un nuevo ciclo de aventurerismo militar exterior dentro de África. EE.UU. quiere ahora más bases militares dentro de África. Francia también ha anunciado que tiene derecho a intervenir con medios militares en cualquier sitio en África donde haya ciudadanos franceses y sus intereses corran riesgo. La OTAN también está fortificando sus posiciones en el Mar Rojo y frente a la costa de Somalia.

Mientras la confusión y los tumultos vuelven a desarraigar África con intervenciones extranjeras, Israel se queda en silencio en segundo plano. En realidad, Tel Aviv ha estado involucrada profundamente en el nuevo ciclo de turbulencia, vinculado a su Plan Yinon de reconfigurar su entorno estratégico. Este proceso de reconfiguración se basa en una técnica bien establecida de crear divisiones sectarias que finalmente neutralizarán efectivamente a Estados que son sus objetivos o llevarán a su disolución.

Muchos de los problemas que afligen a las áreas contemporáneas de Europa Oriental, Asia Central, el Sudoeste de Asia, Asia del Sur, el Sudeste Asiático, África, y Latinoamérica son en realidad el resultado de la provocación deliberada de tensiones regionales por potencias extranjeras. La división sectaria, la tensión étnico-lingüística, las diferencias religiosas, y la violencia interna han sido explotadas tradicionalmente por EE.UU., Gran Bretaña y Francia en diversas partes del globo. Iraq, Sudán, Ruanda, y Yugoslavia, son solo algunos ejemplos recientes de esta estrategia de “dividir y conquistar” utilizada para poner de rodillas a las naciones.

Los levantamientos en Europa Central-Oriente y el Proyecto para un “Nuevo Medio Oriente”

Medio Oriente, en ciertos aspectos, es un paralelo impactante de los Balcanes y de Europa Central-Oriental durante los años que llevaron a la Primera Guerra Mundial. Después de la Primera Guerra Mundial, las fronteras de los Estados de múltiples etnias en los Balcanes y Europa Central-Oriental fueron vueltas a trazar y reconfiguradas por potencias extranjeras, aliadas a fuerzas opositoras locales. Desde la Primera Guerra Mundial hasta el período posterior a la Guerra Fría, los Balcanes y Europa Central-Oriental han seguido sufriendo un período de agitación, violencia y conflicto que ha dividido continuamente la región.

Durante años, algunos han llamado a crear un “Nuevo Medio Oriente” con fronteras reconfiguradas en esa región del mundo en la que se encuentran Europa, Asia del Sudoeste, y el Norte de África. Esos preconizadores se encuentran sobre todo en las capitales de

Washington, Londres, París, y Tel Aviv. Conciben una región conformada según Estados homogéneos étnico-religiosos. La formación de esos Estados significaría la destrucción de los países mayores que existen en la región. La transición se orientaría hacia la formación de Estados más pequeños parecidos a Kuwait o Bahréin, que podrían ser fácilmente dirigidos y manipulados por EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Israel, y sus aliados.

La manipulación de la primera “Primavera Árabe” durante la Primera Guerra Mundial

Los planes de reconfiguración de Medio Oriente comenzaron varios años antes de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo las manifestaciones de esos designios coloniales se pudieron ver visiblemente en la “Gran Revuelta Árabe” contra el Imperio Otomano.

A pesar de que los británicos, franceses, e italianos eran potencias coloniales que habían impedido que los árabes tuvieran alguna libertad en países como Argelia, Libia, Egipto, y Sudán, esas potencias coloniales lograron presentarse como amigos y aliados de la liberación árabe.

Durante la “Gran Revuelta Árabe” los británicos y los franceses utilizaron a los árabes como peones contra los otomanos para auspiciar sus propios planes geopolíticos. El Acuerdo secreto Sykes–Picot entre Londres y París es un ejemplo. Francia y Gran Bretaña simplemente lograron utilizar a los árabes vendiéndoles la idea de la liberación árabe de la así llamada “represión” de los otomanos.

En realidad, el Imperio Otomano fue un imperio multi-étnico. Dio autonomía local y cultural a todos sus pueblos, pero fue manipulado a fin de que se convirtiera en una entidad turca. Incluso el Genocidio Armenio que aconteció en Anatolia Otomana tiene que ser analizado en el mismo contexto que los ataques contemporáneos a cristianos en Iraq como parte de un plan sectario desencadenado por protagonistas externos para dividir el Imperio Otomano, Anatolia, y los ciudadanos del Imperio Otomano.

Después del colapso del Imperio Otomano, fueron Londres y París los que negaron la libertad a los árabes, mientras sembraban las semillas de la discordia entre los pueblos árabes. Dirigentes locales corruptos también se asociaron al proyecto y muchos de ellos estuvieron extremadamente contentos de convertirse en clientes de Gran Bretaña y Francia. En el mismo sentido, manipulan actualmente la “Primavera Árabe”. EE.UU., Gran Bretaña, Francia y otros trabajan ahora con la ayuda de dirigentes y personajes árabes corruptos para reestructurar el Mundo Árabe y África.

El Plan Yinon

El Plan Yinon, que es una continuación de la estratagema británica en Medio Oriente, es un plan estratégico israelí para garantizar la superioridad israelí. Insiste en, y estipula que Israel debe reconfigurar su entorno geopolítico mediante la balcanización de los Estados árabes y de Medio Oriente en Estados más pequeños y más débiles.

Los estrategas israelíes veían a Iraq como el mayor desafío estratégico de un Estado árabe. Es el motivo por el cual Iraq fue destacado como pieza central en la balcanización de Medio Oriente y del mundo árabe. En Iraq, sobre la base de los conceptos del Plan Yinon, estrategas israelíes han llamado a dividir Iraq en un Estado kurdo y dos Estados árabes, uno para musulmanes chiíes y el otro para musulmanes suníes. El primer paso hacia su establecimiento fue una guerra entre Iraq e Irán, que es discutida por el Plan Yinon.

The Atlantic, en 2008, y el Armed Forces Journal de los militares estadounidenses en 2006, publicaron mapas ampliamente circulados que seguían de cerca el diseño del Plan Yinon. Aparte de un Iraq dividido, que también favorece el Plan Biden, el Plan Yinon llama a dividir el Líbano, Egipto y Siria. La partición de Irán, Turquía, Somalia, y Pakistán también corresponde en todos los casos a la política representada por estos puntos de vista. El Plan Yinon también llama a disolver el Norte de África que pronostica que comenzará en Egipto y luego se propagará a Sudán, Libia, y al resto de la región.


Nota: El siguiente mapa fue dibujado por Holly Lindem para un artículo de Jeffery Goldberg. Fue publicado en The Atlantic en enero/febrero de 2008.
Copyright: The Atlantic, 2008.

 
Nota: El siguiente mapa fue preparado por el teniente coronel Ralph Peters. Fue publicado en el Armed Forces Journal en junio de 2006. Peters es coronel en retiro de la U.S. National War Academy.
Copyright Lieutenant-Colonel Ralph Peters 2006.

La erradicación de las comunidades cristianas en Medio Oriente

No es ninguna coincidencia que los cristianos egipcios hayan sido atacados al mismo tiempo que tuvo lugar el Referendo de Sudán y antes de la crisis en Libia. No es por coincidencia que los cristianos iraquíes, una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, hayan sido forzados al exilio, abandonando sus tierras ancestrales en Iraq. En coincidencia con el éxodo de cristianos iraquíes, que ocurrió bajo la mirada atenta de las fuerzas militares de EE.UU. y Gran Bretaña, los vecindarios en Bagdad se volvieron sectarios ya que musulmanes suníes y musulmanes suníes fueron obligados por la violencia y escuadrones de la muerte a formar enclaves sectarios. Todo esto está vinculado al Plan Yinon y a la reconfiguración de la región como parte de un objetivo más amplio.

En Irán, los israelíes han tratado en vano de lograr que la comunidad judía iraní se vaya. La población judía de Irán es en realidad la segunda por su tamaño en Medio Oriente y se puede decir que sea la más antigua comunidad judía no perturbada del mundo. Los judíos iraníes se consideran iraníes vinculados a Irán como su patria, exactamente como los iraníes musulmanes y cristianos, y para ellos el concepto de que tengan que mudarse a Israel porque son judíos es ridículo.

En el Líbano, Israel ha estado trabajando para exacerbar las tensiones sectarias entre las diversas facciones cristianas y musulmanas, y los drusos. El Líbano es un trampolín hacia Siria y la división del Líbano en varios Estados es vista como un medio para balcanizar Siria en varios pequeños Estados árabes sectarios. Los objetivos del Plan Yinon son dividir el Líbano y Siria en varios Estados sobre la base de identidades religiosas y sectarias para musulmanes suníes, musulmanes chiíes, cristianos, y drusos. También podría haber objetivos para un éxodo cristiano en Siria.

El nuevo jefe de la Iglesia Católica Maronita Siria de Antioquía, la mayor de las iglesias católicas orientales autónomas, ha expresado sus temores sobre una purga de árabes cristianos en el Levante y Medio Oriente. El patriarca Mar Beshara Boutros Al-Rahi y muchos otros dirigentes cristianos en el Líbano y Siria temen una toma del poder de la Hermandad Musulmana en Siria. Como en Iraq, grupos misteriosos atacan ahora a las comunidades cristianas en Siria. Los dirigentes de la Iglesia Cristiana Ortodoxa Oriental, incluido el Patriarca Ortodoxo Oriental de Jerusalén, también han expresado sus graves preocupaciones. Aparte de los cristianos árabes, esos temores también son compartidos por las comunidades asirias y armenias, que son en su mayoría cristianas.

Sheikh Al-Rahi estuvo recientemente en París donde encontró al presidente Nicolas Sarkozy. Se informa que el patriarca maronita y Sarkozy tuvieron desacuerdos sobre Siria, lo que llevó a Sarkozy a decir que el régimen sirio se derrumbará. La posición del patriarca

Al-Rahi es que debieran dejar tranquila a Siria y dejar que realice reformas. El patriarca maronita también dijo a Sarkozy que deberían tratar a Israel como una amenaza si Francia quería legítimamente que Hizbulá se desarme.

Los dirigentes cristianos y musulmanes en la República Árabe Siria que lo visitaron en el Líbano, agradecieron instantáneamente a Al-Rahi por su posición en Francia. Hizbulá y sus aliados políticos en el Líbano, entre ellos la mayoría de los parlamentarios cristianos en el Parlamento libanés, también elogiaron al patriarca maronita quien fue posteriormente a un tour del sur del Líbano.

Sheikh Al-Rahi es ahora atacado políticamente por la Alianza 14 de Marzo, dirigida por Hariri, por su posición sobre Hizbulá y su negativa a apoyar el derrocamiento del régimen sirio. En efecto, Hariri planifica una conferencia de personalidades cristianas para oponerse al patriarca Al-Rahi y a la posición de la Iglesia Maronita. Desde que Al-Rahi anunció su posición, el Partido Tahrir que es activo en el Líbano y Siria, también comenzó a atacarlo con críticas. También se ha informado que altos funcionarios estadounidenses han anulado sus reuniones con el patriarca maronita como señal de su molestia por sus posiciones respecto a Hizbulá y Siria.

La Alianza 14 de Marzo en el Líbano, dirigida por Hariri, que siempre ha sido una minoría en la población (incluso cuando era una mayoría parlamentaria), ha estado trabajando estrechamente con EE.UU., Israel, Arabia Saudí, Jordania, y los grupos que usan la violencia y el terrorismo en Siria. La Hermandad Musulmana y otros grupos así llamados salafistas de Siria se han estado coordinando y realizando conversaciones secretas con Hariri y partidos políticos cristianos en la Alianza 14 de Marzo. Por eso Hariri y sus aliados se han vuelto contra el patriarca Al-Rahi. También fueron Hariri y la Alianza del 14 de Marzo los que llevaron a Fatah Al-Islam al Líbano y los que ahora ayudaron a algunos de sus miembros a escapar e ir a combatir en Siria.

Washington, Tel Aviv y Bruselas están planeando un éxodo cristiana en Medio Oriente. Ahora se informa que el presidente Nicolas Sarkozy dijo a Sheikh Al-Rahi en París que las comunidades cristianas del Levante y de Medio Oriente podrían volverse a instalar en la Unión Europea. No fue una oferta elegante. Fue una bofetada en la cara por las mismas potencias que han creado deliberadamente las condiciones para erradicar a las antiguas comunidades cristianas de Medio Oriente. El objetivo parece ser la reubicación de las comunidades cristianas fuera de la región a fin de delinear a las naciones árabes siguiendo las líneas de naciones exclusivamente musulmanas. Esto concuerda con el Plan Yinon.

La reconfiguración de África: El Plan Yinon está muy vivo y activo…

En el mismo contexto como las divisiones sectarias en Medio Oriente, los israelíes han esbozado planes para reconfigurar África. El Plan Yinon quiere delinear África sobre la base de tres facetas: (1) étnica-lingüística; (2) color de la piel; y (3) religión.

Quiere trazar líneas divisorias en África entre una así llamada “África Negra” y un Norte de África supuestamente “no-negro”. Es parte de un plan para crear un cisma en África entre los que supuestamente son “árabes” y los así llamados “negros.” Está en camino un intento de separar el punto de fusión de una identidad árabe y africana.

Por este objetivo se ha alimentado y promovido la ridícula identidad de un “Sudán Africano del Sur” y un “Sudán Árabe del Norte”. Por lo mismo los libios de piel negra han sido objeto de una campaña para “limpiar el color” de Libia. La identidad árabe en el Norte de África está siendo desvinculada de su identidad africana. Simultáneamente hay un intento de erradicar las grandes poblaciones de “árabes de piel negra” para que haya una clara línea entre “África Negra” y un nuevo Norte de África “no-negro”, que será convertido en un campo de batalla entre los restantes bereberes y árabes no-negros.

En el mismo contexto, se han fomentado las tensiones entre musulmanes y cristianos en África, en sitios como Sudán y Nigeria, para crear aún más líneas y puntos de fractura. El avivamiento de esas tensiones sobre la base del color de la piel, la religión, etnia y lenguaje tiene la intención de alimentar la disociación y desunión en África. Todo forma parte de un estrategia africana más amplia para separar al Norte de África del resto del continente africano.

Israel y el continente africano

Los israelíes han estado involucrados silenciosamente en el continente africano durante años. En el Sahara Occidental, ocupado por Marruecos, los israelíes ayudaron a construir un muro de seguridad de separación como el que existe en Cisjordania ocupada por Israel. En Sudán, Tel Aviv ha armado a movimientos e insurgentes separatistas. En Sudáfrica, Israel apoyó al régimen del apartheid y su ocupación de Namibia. En 2009, el Ministerio de Exteriores israelí anunció que África sería un centro renovado de atención de Tel Aviv.

Los dos principales objetivos de Israel en África son imponer el Plan Yinon, junto con sus propios intereses, y ayudar a que Washington se convierta en la potencia hegemónica en África. Al respecto, los israelíes también presionaron a favor de la creación de AFRICOM. El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticos Avanzados (IASPS, por sus siglas en inglés), un think-tank israelí, es un ejemplo.

Washington ha subcontratado el trabajo de inteligencia en África a Tel Aviv. Tel Aviv está efectivamente involucrada como una de las partes en una guerra más amplia no solo “dentro” de África, sino “por” África. En esta guerra, Tel Aviv trabaja junto a Washington y la UE contra China y sus aliados, incluido Irán.

Teherán trabaja junto a Beijing de una manera similar a la de Tel Aviv con Washington. Irán ayuda a los chinos en África a través de conexiones y vínculos iraníes. Esos vínculos también incluyen los de Teherán con intereses empresariales libaneses y sirios en África. Por lo tanto, dentro de la rivalidad más amplia entre Washington y Beijing, también se ha desarrollado una rivalidad israelí-iraní dentro de África. [1] Sudán es el tercer fabricante de armas por su tamaño de África, como resultado del apoyo iraní en la fabricación de armas. Mientras tanto, Irán suministra ayuda militar a Jartum, que incluye varios acuerdos de cooperación militar, e Israel está involucrado en varias acciones dirigidas contra los sudaneses. [2]

Israel y Libia

Libia ha sido considerada como “un aguafiestas” que socavó los intereses de las antiguas potencias coloniales en África. Al respecto, Libia había emprendido algunos importantes planes de desarrollo panafricanos con la intención de industrializar África y transformarla en una entidad política integrada y firme. Esas iniciativas entraron en conflicto con los intereses de las potencias extranjeras en competencia las unas contra las otras en África, pero era esencialmente inaceptable para Washington y los principales países de la UE. En consecuencia había que inhabilitar a Libia y neutralizarla como entidad de apoyo al progreso africano y a la unidad panafricana.

El papel de Israel y del lobby israelí fue fundamental para abrir la puerta a la intervención de la OTAN en Libia. Según fuentes israelíes, la que efectivamente orquestó los eventos en Ginebra para sacar a Libia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que interviniera fue UN Watch. [3] UN Watch está formalmente afiliada al Comité Judío Estadounidense (AJC), que tiene influencia en la formulación de la política exterior de EE.UU. y forma parte del lobby israelí en ese país. La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), que ayudó a lanzar las afirmaciones no verificadas sobre la matanza de 6.000 personas por Gadafi, también está vinculada al lobby israelí en Francia.

Tel Aviv ha estado simultáneamente en contacto con el Consejo de Transición y el gobierno libio en Trípoli. Agentes del Mossad también estuvieron en Trípoli, uno de los cuales es un ex jefe de la estación. Aproximadamente al mismo tiempo, miembros franceses del lobby israelí visitaron Bengasi. En un caso irónico el Consejo de Transición llegó a afirmar que el coronel Gadafi trabajaba con Israel, mientras prometía reconocer Israel al enviado especial del presidente Sarkozy, Bernard-Henri Lévy, quien entonces transmitió el mensaje a los dirigentes israelíes [4]. Un modelo similar (al de los lazos de Israel con el Consejo de Transición), también se había desarrollado en una etapa anterior en el Sur de Sudán, que fue armado por Israel.

A pesar de la posición del Consejo de Transición respecto a Israel, sus seguidores trataron de satanizar a Gadafi afirmando que era en secreto judío. Esto no solo era falso, sino también lleno de prejuicios. Esas acusaciones tenían el propósito de asesinar su personalidad ya que equiparaba ser judío con algo negativo.

En realidad, Israel y la OTAN están en el mismo campo. Israel es miembro de facto de la OTAN. Si Gadafi hubiera estado coludido con Israel mientras el Consejo de Transición trabajaba con la OTAN, significaría que ambas partes eran hechas pasar por estúpidas para que se enfrentaran mutuamente.

Preparando el tablero de ajedrez para el “Choque de Civilizaciones”

En este momento hay que juntar todas las piezas y conectar los puntos.

Están preparando el tablero de ajedrez para un “Choque de Civilizaciones” y colocan en su sitio todas las piezas de ajedrez.

Están en el proceso de acordonar el Mundo Árabe y crean líneas bien definidas de separación. Esas líneas de separación están reemplazando las líneas transparentes de transición entre diversos grupos étnico-lingüísticos, de color de la piel, y religiosos.

Según este plan, ya no puede haber una transición mezcladora entre sociedades y países. Por eso atacan a cristianos en Medio Oriente y el Norte de África, como los coptos. Por eso árabes de piel negra y bereberes de piel negra así como otros grupos de la población norteafricana que son de piel negra, enfrentan el genocidio en el Norte de África.

Lo que se prepara es la creación de un área de un “Medio Oriente” exclusivamente “musulmán” (con la exclusión de Israel), que viva en medio de turbulencia por luchas entre chiíes y suníes. Se está preparando un escenario similar para un área del “Norte de África no negro” que se caracterizará por una confrontación entre árabes y bereberes. Al mismo tiempo, siguiendo el modelo del “Choque de Civilizaciones”, el Medio Oriente y el Norte de África están destinados a estar simultáneamente en conflicto con el así llamado “Occidente” y “África Negra.”

Es el motivo por el cual Nicolas Sarkozy, en Francia, y David Cameron, en Gran Bretaña, hicieron declaraciones consecutivas durante el comienzo del conflicto en Libia en el sentido de que el multiculturalismo ha muerto en sus respectivas sociedades europeas occidentales. [5]

El verdadero multiculturalismo amenaza la legitimidad de los planes de guerra de la OTAN. También constituye un obstáculo para la implementación del “Choque de civilizaciones” que representa la piedra angular de la política exterior de EE.UU. Al respecto, Zbigniew Brzezinski, ex Consejero Nacional de Seguridad de EE.UU., explica por qué el multiculturalismo es una amenaza para Washington y sus aliados: “A medida que EE.UU. se convierte en una sociedad cada vez más multicultural, podrá descubrir que es más difícil formar un consenso sobre temas de política exterior [por ejemplo, guerra con el mundo árabe, China, Irán, o Rusia y la ex Unión Soviética], excepto en circunstancias de una amenaza externa directa, masiva y ampliamente percibida. Un consenso semejante existió durante toda la Segunda Guerra Mundial e incluso durante la Guerra Fría [y existe ahora debido a la ‘Guerra Global contra el Terror’].” [6]

La frase siguiente de Brzezinski es el atributivo de por qué las poblaciones se oponen o apoyan a las guerras: “[El consenso] estaba arraigado, sin embargo, no solo en valores democráticos profundamente compartidos, que el público sentía que estaban amenazados, sino también en una afinidad cultural y étnica con las víctimas predominantemente europeas de totalitarismos hostiles”. [7]

A riesgo de ser redundante, hay que mencionar de nuevo que es precisamente con la intención de romper esas afinidades culturales entre la región de Medio Oriente-Norte de África (MENA) y el así llamado “Mundo Occidental” y África sub-Sahara que se está atacando a cristianos y gente de piel negra.

Etnocentrismo e ideología: Justificando las actuales “guerras justas”

En el pasado, las potencias coloniales de Europa Occidental adoctrinaban a su gente. Su objetivo era adquirir apoyo popular para la conquista colonial. Esto tomó la forma de extender el cristianismo y promover valores cristianos con el apoyo de mercaderes armados y ejércitos coloniales.

Al mismo tiempo, se proponían ideologías racistas. La gente cuyas tierras eran colonizadas era presentada como “sub-humana”, inferior, o desalmada. Finalmente la “carga del Hombre Blanco” fue utilizada para emprender una misión civilizadora de los así llamados “pueblos incivilizados del mundo”. El marco ideológico cohesivo fue aprovechado para presentar el colonialismo como una “causa justa”. Esto, por su parte, fue utilizado para dar legitimidad a la conducción de “guerras justas” como medio para conquistar y “civilizar” tierras extranjeras.

Hoy en día, los designios imperialistas de EE.UU., Gran Bretaña, Francia, y Alemania no han cambiado. Lo que ha cambiado es el pretexto y la justificación para librar sus guerras neocoloniales de conquista. Durante el período colonial, las narrativas y justificaciones para librar guerras eran aceptadas por la opinión pública en los países colonizadores, como ser Gran Bretaña y Francia. Las “guerras justas” y “causas justas” de la actualidad son realizadas bajo las banderas de los derechos de las mujeres, los derechos humanos, el humanitarismo, y la democracia.

Mahdi Darius Nazemroaya es sociólogo e investigador asociado del Centre for Research on Globalization (CRG), con sede en Montréal. Está especializado en Oriente Próximo y Asia Central. Permaneción en Libia durante más de dos meses. También es corresponsal especial de Flashpoints, un programa con sede en Berkeley, California. Nazemroaya ha estado publicando estos artículos sobre Libia en colaboración con los debates emitidos con Cynthia McKinney en Freedom Now, un programa de radio de KPFK, Los Angeles, California.

Texto original en inglés : Israel and Libya:Preparing Africa for the “Clash of Civilizations”

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


NOTAS

[1] The Economist, “Israel and Iran in Africa: A search for allies in a hostile world,” February 4, 2011.
[2] Ibid.
[3] Tova Lazaroff, “70 rights groups call on UN to condemn Tripoli,” Jerusalem Post, February 22, 2011.
[4] Radio France Internationale, “Libyan rebels will recognise Israel, Bernard-Henri Lévy tells Netanyahu,” June 2, 2011.
[5] Robert Marquand,”Why Europe is turning away from multiculturalism,” Christian Science Monitor, March 4, 2011.
[6] Zbigniew Brzezinski, The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategic Imperatives (New York: Basic Books October 1997), p.211
[7] Ibid.

ANEXO I: MAPA DE DIFERENTES CIVILIZACIONES DEL MUNDO QUE REFLEJA EL MODELO DE SAMUEL HUNTINGTON

* Estas divisiones y categorías civilizacionales son incorrectas. No hay divisiones claras entre muchas de las así llamadas y supuestas “civilizaciones distinguibles.”
 

ANEXO II: MODELO DEL “CHOQUE DE CIVILIZACIONES” DE SAMUEL HUNTINGTON

“Alineamientos emergentes” de civilizaciones, según la teoría de Samuel Huntington en El choque de civilizaciones (1996).
El mayor grosor de las líneas representa más conflicto en la relación entre civilizaciones.

 


About the author:

An award-winning author and geopolitical analyst, Mahdi Darius Nazemroaya is the author of The Globalization of NATO (Clarity Press) and a forthcoming book The War on Libya and the Re-Colonization of Africa. He has also contributed to several other books ranging from cultural critique to international relations. He is a Sociologist and Research Associate at the Centre for Research on Globalization (CRG), a contributor at the Strategic Culture Foundation (SCF), Moscow, and a member of the Scientific Committee of Geopolitica, Italy.

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