El terrible asesinato de Estado de Abed Hamid Hamoud
La justicia de los vencedores en Iraq
“ No quedó honor; fluía la ruina, la guerra y la sangre […], la tristeza, el odio y el reino de la destrucción arbitraria ”. Rachid Taha, músico y letrista argelino, nacido en 1958.
Se han conocido impactantes detalles procedentes de una fuente impecable (que permanece anónima por razones obvias) de la ejecución en jueves 7 de junio, en Bagdad, de Abed Hamid Hamoud, ex secretario personal y ayudante del presidente Saddam Hussein.
Abed Hamid Hamoud, cuarto en el necio e infantil juego de cartas creado por los estadounidenses en 2003 con la lista del gobierno soberano de Iraq, estaba encarcelado desde junio de 2003 tras haber sido detenido por las fuerzas de ocupación estadounidenses.
Había sido condenado a muerte en octubre de 2010 junto con el ex primer ministro y ministro de Asuntos Exteriroes Tareq Aziz y el ex jefe de la inteligencia Sadoun Shakir, lo que hace aumentar el temor a la inminente ejecución de estos dos últimos.
“ Lo que usted no sabe”, afirma nuestra fuente, “es que (Abed Hamid Hamoud) fue llevado a su ejecución con la idea de que lo llevaban a un examen médico. El gobierno iraquí ni siquiera lo notificó a su familia o a sus parientes, ni llegó a ningún acuerdo con ellos para entregarles el cuerpo”.
Una observación espeluznante acerca del “Nuevo Iraq” de británicos y estadounidenses es que el gobierno de Maliki está “tan decidido a ejecutar la venganza que se ha saltado la formalidad de decir a la persona concernida que la llevaban a ejecutar”.
A la luz de este acto atroz hay una gran preocupación por la suerte tanto de Tareq Aziz como de Sadoun Shakir. Ambos fueron condenados a muerte en el mismo juicio.
El secretario de prensa del primer ministro Nuri al Maliki declaró a principios de este año que iban a ejecutar a Tareq Aziz. “Y ahora que han acabado las formalidades no hay nada que los detenga. El mundo debe saber lo que han hecho estas personas y lo que estoy seguro que harán, Dios no lo quiera, en un futuro inmediato”, concluye sobriamente nuestro contacto, pidiendo que se haga presión “para detener lo que están planeando hacer” en el caso de Tareq Aziz, Sadoun Shakir y muchas otras personas.
Amnistía Internacional USA (1) ha calificado de “alarmante” la cantidad de ejecuciones en Iraq y ha señalado que al menos siete personas ya han sido ejecutadas en la primera mitad de este año.
En enero se ejecutó a treinta personas en un mismo día (2), una cifra que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay calificó de “espeluznante” y añadió: “Dada la falta de transparencia en los procedimientos judiciales, hay una gran preocupación por los procesos debidos y justicia de los juicios, y por la gran cantidad de infracciones por las que se puede imponer la pena de muerte en Iraq, una cantidad impresionante. Lo que es más preocupante, no tenemos un solo informe de ninguna persona condenada a muerte que haya sido perdonada, a pesar de que hay bien documentados casos de confesiones extraídas bajo coacción” afirmó.
La declaración de Amnistía Internacional recuerda: “Nunca se debería usar la pena de muerte, que es la máxima negación de los derechos humanos, sea cual sea la gravedad del crimen [cometido]. […] El actual gobierno iraquí debería demostrar una clara ruptura con el pasado siguiendo la tendencia global de abandonar la pena de muerte”.
Iraq se convirtió en signatario de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, incluyendo la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Castigos Crueles, Inhumanos o Degradantes (3).
En la revisión periódica de Iraq hecha por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en febrero de 2010 las recomendaciones fundamentales fueron que se estableciera una moratoria de la pena de muerte con vistas a abolirla. A la revisión asistía, casi mudo, quien Iraq denomina irónicamente “Ministro de Derechos Humanos” (4).
Habría que indicar que bajo la ocupación de Iraq y bajo dictado estadounidense se revisó completamente todo el sistema judicial iraquí. Bajo ocupación es ilegal cambiar cualquier punto de la Constitución, por consiguiente, se podría argumentar legalmente que todo el sistema judicial es no solo inhumano sino ilegal.
Irónicamente, el partido Dawa de Maliki intentó asesinar a Tareq Aziz y a Saddam Hussein en Dujail en 1982. Está claramente decidido a eliminar sin piedad a quienes conocen una larga, asesina y desestabilizadora historia. La legalidad está condenada.
A pesar de todo y se presenten como se presenten estos crímenes, como el linchamiento de Saddam Hussein, ahora se están haciendo en nombre de los estadounidenses y británicos, que trajeron el “Nuevo Iraq”.
¿La mayor embajada estadounidense del mundo, la de Bagdad, seguirá permaneciendo en silencio mientras se lleva a cabo todo esto o bien frenará al primer ministro títere y recuperará cuando menos alguna apariencia de aquello que se supone que defiende Estados Unidos?
Texto original en inglés :
VICTORS’ JUSTICE Iraq: The Terrible State Murder of Abed Hamid Hamoud
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Notes
(1) http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=31331
(2) http://www.reuters.com/article/2012/01/24/us-un-iraq-rightsidUSTRE80N17820120124
(3) http://gjpi.org/2009/08/07/iraq-and-international-human-rights-declarations-and-treaties/
(4) http://gjpi.org/2010/03/06/human-rights-council’s-universal-periodic-review-of-iraq/
Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=31344