El nuevo diseño de Oriente Medio y África del Norte

La balcanización de Sudán

Sudán es una nación diversa y un país que representa la pluralidad en África a través de varias tribus, clanes, etnias y grupos religiosos. Sin embargo, la unidad de Sudán se pone en entredicho, a la vez que se habla de unir las naciones y de crear un día unos Estados Unidos de África a través de la Unión Africana.

El centro de atención está en el referéndum de enero de 2011 en Sudán del Sur. La Administración Obama ha anunciado formalmente que apoya la separación de Sudán del Sur del resto de Sudán.

La balcanización de Sudán es lo que está realmente en juego. Durante años los líderes y funcionarios de Sudán del Sur han sido apoyados por EEUU y la Unión Europea (UE).

La demonización motivada políticamente de Sudán

Una gran campaña de demonización se ha llevada a cabo contra Sudán y su gobierno. Es cierto que el gobierno sudanés en Jartum tiene un historial lamentable en cuanto al respeto por los derechos humanos y la corrupción, y nada podría justificar eso.

En lo que se refiere a Sudán, se han puesto en marcha condenas selectivas o dirigidas. Uno debería preguntarse, sin embargo, por qué el líder sudanés ha sido objetivo de EEUU y la UE, mientras que las violaciones de los derechos humanos de varios estados clientes esponsorizados por EEUU incluyendo Arabia Saudí, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Etiopia son, casualmente, ignorados.

Jartum ha sido vilipendiado como una oligarquía autocrática, culpable de genocidios organizados tanto en Darfur como en Sudán del Sur. Esta deliberada fijación en el derramamiento de sangre y la inestabilidad en Darfur y Sudán del Sur es política, y está motivada por los lazos de Jartum con los intereses petroleros chinos.

Sudán proporciona a China una sustancial cantidad de petróleo. La rivalidad geopolítica entre China y EEUU por el control de las fuentes de energía africanas y globales es la verdadera razón para el castigo a Sudán y el fuerte apoyo mostrado por los funcionarios de EEUU, la UE e Israel a la secesión de Sudán del Sur.

Es en este contexto en el que se han atacado los intereses chinos. Se incluye en estos ataques el de Octubre de 2006 a la Greater Niel Petroleum Company en Defra, Kordofan, perpetrado por la milicia del Movimiento por la Justicia y la Igualdad (JEM, por sus siglas en inglés).

Distorsionando la violencia en Sudán

Aunque existe una crisis humanitaria en Darfur y un resurgimiento del nacionalismo regional en Sudán del Sur, las causas subyacentes del conflicto han sido manipuladas y distorsionadas.

Las causas subyacentes de la crisis humanitaria en Darfur y el nacionalismo regional en Sudán del Sur están íntimamente relacionadas con intereses económicos y estratégicos. En realidad, los problemas económicos y el caos son los verdaderos temas a tratar, los cuales han sido alimentados por potencias extranjeras.

Bien directamente o a través de sus agentes en África, EEUU, la UE e Israel son los principales arquitectos detrás de las luchas y la inestabilidad tanto en Darfur como en Sudán del Sur. Estas potencias extranjeras han apoyado con entrenamiento, financiación y armas a las milicias y fuerzas opositoras al gobierno sudanés dentro de Sudán. Han cargado la culpa directamente sobre los hombros de Jartum de cualquier tipo de violencia, mientras que ellos mismos alimentan el conflicto con el fin de poder intervenir y controlar los recursos energéticos de Sudán. La división de Sudán en varios estados es parte de este objetivo. Con el apoyo al JEM, al Ejercito de Liberación de Sudán del Sur (SSLA, por sus siglas en inglés) y otras milicias opositoras al gobierno sudanés, por parte de EEUU, la UE e Israel, estos se han estado preparando para conseguir sus objetivo de dividir Sudán.

No es tampoco una coincidencia que durante años EEUU, Gran Bretaña, Francia y toda la UE, con el pretexto de las causas humanitarias, hayan estado presionando para el despliegue de tropas extranjeras en Sudán. Han estado presionando activamente para el despliegue de tropas de la OTAN en Sudán, bajo la cobertura de un mandato de la ONU.

Ésta no es más que una reedición de los procedimientos usados por EEUU y la UE en otras regiones donde, formal o informalmente, se han dividido países y se han reestructurado sus economías por gobiernos clientes instalados en el poder desde el extranjero, con la presencia de tropas extranjeras. Esto fue lo que ocurrió en la antigua Yugoslavia (a través de la creación de varias repúblicas nuevas) y en el Irak ocupado por EEUU y Gran Bretaña (a través de una balcanización suave, hecha por medio de un calculado federalismo con el fin de crear un Estado descentralizado y débil). Las tropas extranjeras y la presencia extranjera han proporcionado la tapadera para el desmantelamiento del Estado y la toma por manos extranjeras de sus infraestructuras, recursos y economía.

La cuestión de la identidad de Sudán

Mientras que el Estado sudanés ha sido mostrado como opresor del pueblo de Sudán del Sur, debe tenerse en cuenta que tanto el referéndum como la estructura de reparto del poder dentro del gobierno sudanés muestra algo más. El acuerdo para el reparto del poder en Jartum con Omar al-Bashir, el presidente de Sudán, incluye al Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM, por sus siglas en inglés). El líder del SPLM, Salva Kiir Mayardit, es el vicepresidente primero de Sudán y el presidente de Sudán del Sur.

La cuestión étnica se ha puesto también en primer plano del nacionalismo regional o etno-regional que ha sido cultivado en Sudán del Sur. La división en Sudán entre los llamados sudaneses árabes y los llamados sudaneses africanos ha sido presentada al mundo exterior como la principal fuerza motivadora del nacionalismo regional que pide la formación de un estado en Sudán del Sur. Durante años esta auto-diferenciación se ha difundido y socializado en la psique colectiva del pueblo de Sudán del Sur.

Sin embargo, las diferencias entre los llamados sudaneses árabes y los llamados sudaneses africanos no son tan grandes. La identidad árabe de los llamados sudaneses árabes está basada fundamentalmente en su uso de la lengua árabe. Asumamos incluso que las dos identidades étnicas sudanesas están totalmente separadas. Aún así, es ampliamente conocido que en Sudán los dos grupos están muy mezclados. La otra diferencia entre Sudán del Sur y el resto de Sudán es que el Islam predomina en el resto de Sudán y no en Sudán del Sur. Ambos grupos están profundamente relacionados el uno con el otro, excepto por un sentimiento de auto-identificación, que tienen todo el derecho a tener. Sin embargo, han sido estas diferencias las que han sido explotadas por los líderes locales y las potencias extranjeras.

El abandono de la población local en diferentes regiones por las élites de Sudán es la razón principal de la inquietud y la animosidad entre el pueblo de Sudán del Sur y el gobierno de Jartum, y no diferencias entre los llamados sudaneses árabes y los llamados sudaneses africanos.

El favoritismo regional está en funcionamiento en Sudán del Sur

El asunto se ve complicado por cuestiones de clase social. El pueblo de Sudán del Sur cree que su estatus económico y su nivel de vida mejorarán si forma una nueva república. El gobierno de Jartum y los sudaneses de otras regiones han sido usados como chivos expiatorios de los problemas económicos del pueblo de Sudán del Sur y su percepción de relativa pobreza, por los líderes locales de Sudán del Sur. En realidad, los funcionarios locales de Sudán del Sur no mejorarán el nivel de vida del pueblo de Sudán del Sur, y seguirán manteniendo una cleptocracia como estatu quo [1].

El proyecto que viene de antiguo de balcanizar Sudán y sus vínculos con el mundo árabe

En realidad, el proyecto de balcanización de Sudán ha estado en marcha desde el final del mandato colonial británico en el Sudán anglo-egipcio. Sudán y Egipto fueron un solo país durante muchos periodos diferentes. Los dos, Egipto y Sudán, eran un solo país en la práctica hasta 1956.

Hasta la independencia de Sudán hubo un fuerte movimiento para mantener a Egipto y Sudán unidos como un solo estado árabe, en lucha contra los intereses británicos. Londres, no obstante, alimentó el regionalismo sudanés contra Egipto, del mismo modo que se ha usado en Sudán del Sur contra el resto de Sudán. El gobierno egipcio fue presentado del mismo modo que ahora se muestra al de Jartum. Los egipcios fueron caracterizados como explotadores de los sudaneses, de la misma manera que los sudaneses que no son del sur han sido retratados como explotadores de los sudaneses del sur.

Después de la invasión británica de Egipto y Sudán, los británicos se las arreglaron también para mantener sus tropas estacionadas en Sudán. Incluso mientras trabajaban para separar Sudán de Egipto, los británicos trabajaban para crear diferencias internas entre Sudán del Sur y el resto de Sudán. Esto se llevó a cabo por medio del Condominio Anglo-Egipcio, desde 1899 hasta 1956, que forzó a Egipto a compartir Sudán con Gran Bretaña después de las revueltas del Mahdi (n.t). Finalmente, el gobierno egipcio se negó a reconocer como legal el Condominio Anglo-Egipcio. El Cairo continuó pidiendo a los británicos que terminaran su ocupación militar ilegal de Sudán y que dejaran de impedir la reunificación de Egipto y Sudán, a lo que los británicos se negaron.

Fue con la presencia de las tropas británicas como Sudán pudo declararse independiente. Esto fue lo que llevó al surgimiento de Sudán como Estado árabe y africano separado de Egipto. Es decir, el proceso de balcanización empezó con la separación de Sudán de Egipto.

El Plan Yinon en funcionamiento en Sudán y Oriente Medio

La balcanización de Sudán está vinculada igualmente al Plan Yinon, que es una continuación de las estratagemas de los británicos. El objetivo estratégico del Plan Yinon es asegurar la superioridad israelí por medio de la balcanización de Oriente Medio y de los estados árabes en estados más pequeños y débiles. Es en este contexto en el que Israel se ha implicado profundamente en Sudán.

Los estrategas israelíes vieron a Irak como el mayor reto estratégico de un Estado árabe. Esta fue la razón por la que Irak se esbozó como la pieza central en la balcanización de Oriente Medio y del mundo árabe. The Atlantic publicó en este contexto un artículo de Jeffrey Goldberg titulado “Después de Irak: ¿Cuál será el aspecto de Oriente Medio?” [2]. En el artículo de Goldberg se muestra un mapa de Oriente Medio en el que se pueden ver muy acertadamente las líneas maestras del Plan Yinon y el mapa de un futuro Oriente Medio, presentado por el teniente coronel (retirado) Ralph Peters en la publicación del ejército estadounidense Armed Forces Journal de 2006.

Tampoco es una coincidencia que, además de un Irak dividido, se muestre un Sudán dividido en el mapa. Líbano, Irán, Turquía, Siria, Egipto, Somalia, Pakistán, y Afganistán se muestran también como naciones divididas. De importancia para África Oriental, en el mapa, ilustrado por Holly Lindem para el artículo de Goldberg, Eritrea está ocupada por Etiopía, que es un aliado de EEUU e Israel, y Somalia está dividida en Somalilandia, Puntlandia y una Somalia más pequeña.

En Irak, basándose en los conceptos del Plan Yinon, los estrategas israelíes han propuesto la división de Irak en un estado kurdo y dos estados árabes, uno para los musulmanes chiíes y otro para los musulmanes suníes. Esto se ha conseguido por medio de la balcanización suave que supone el federalismo en Irak, que ha permitido a Gobierno Regional del Kurdistán negociar con corporaciones petroleras extranjeras por su cuenta. El primer paso para conseguir esto fue una guerra entre Irak e Irán, algo que se discute en el Plan Yinon.

En Líbano, Israel ha trabajado para exacerbar las tensiones sectarias entre las diversas facciones cristianas y musulmanas, así como con los drusos. La división de Líbano en diferentes estados también se va como un medio para balcanizar Siria en varios estados sectarios árabes más pequeños. Los objetivos del Plan Yinon son dividir Líbano y Siria en varios estados basados en identidades religiosas y sectarias de musulmanes suníes, musulmanes chiíes, cristianos y drusos.

Con respecto a esto, el asesinato de Hariri y el Tribunal Especial para Líbano (STL, por sus siglas en inglés) han jugado a favor de Israel, al crear divisiones internas entre los libaneses y alimentando el sectarismo motivado políticamente. Éste es el motivo por el que Tel Aviv se ha hecho oír mucho en el STL y lo ha apoyado mucho. Es un claro signo de la naturaleza politizada del STL y sus vínculos con la geopolítica, EEUU y Gran Bretaña han dado también al STL millones de dólares.

Los vínculos entre los ataques a egipcios coptos y el referéndum en Sudán del Sur

Desde Irak hasta Egipto, los cristianos de Oriente Medio se han visto atacados, mientras que las tensiones entre musulmanes chiíes y musulmanes suníes se alimentan. El ataque a una iglesia copta en Alejandría, el 1 de enero de 2011, o las subsiguientes protestas y revueltas coptas no pueden verse de manera aislada [3]. Ni tampoco la subsiguiente furia de los cristianos coptos expresada hacia los musulmanes y el gobierno egipcio. Estos ataques a los cristianos están vinculados a unos objetivos geopolíticos más amplios de EEUU, Gran Bretaña, Israel y la OTAN en Oriente Medio y el mundo árabe.

El Plan Yinon estipula que si Egipto fuera dividido, también Sudán y Libia podrían ser balcanizadas y debilitadas. En este contexto, existe un vínculo entre Sudán y Egipto. De acuerdo con el Plan Yinon, los coptos o cristianos de Egipto, que son una pequeña minoría en Egipto, son la clave para la balcanización de los estados árabes en África del Norte. Es decir, el Plan Yinon establece que la creación de un Estado copto en el Alto Egipto (Egipto del Sur) y las tensiones cristianas-musulmanas entre los egipcios son pasos vitales para la balcanización de Sudán y África del Norte.

Los ataques a cristianos en Oriente Medio son parte de operaciones de inteligencia encaminadas a dividir Oriente Medio y África del Norte. La coincidencia en el tiempo del aumento de los ataques a los cristianos coptos en Egipto y la formulación del referéndum en Sudán del Sur no es una casualidad. Los hechos en Sudán y Egipto están relacionados unos con otros y forman parte de un proyecto de balcanización del mundo árabe y Oriente Medio. Deben estudiarse también en conjunción con el Plan Yinon y con los hechos en Líbano e Irak, así como en relación son los esfuerzos para crear una división chií-suní.

Las conexiones externas del SPLM, el SSLA y las milicias en Darfur

Como en el caso de Sudán, las interferencias e intervenciones extranjeras se han usado para reprimir la oposición doméstica. A pesar de esta corrupción, Jartum ha estado sitiada por negarse a ser simplemente un agente.

Sudán tiene justificación para sospechar de las tropas extranjeras en su territorio, así como para acusar a EEUU, Gran Bretaña e Israel de erosionar la solidaridad nacional de Sudán. Por ejemplo, Israel ha enviado armas a los grupos de oposición y los movimientos separatistas de Sudán. Esto se ha hecho a través de Etiopía durante años hasta que Eritrea se independizó de Etiopía, lo que hizo que Etiopía perdiera su costa del Mar Rojo y las relaciones entre etíopes y eritreos se deterioraron. Después de eso, las armas israelíes entraron en Sudán del Sur desde Kenia. Desde Sudán del Sur el SPLM, que es el brazo armado del SSLA, transferiría armas a Darfur. Los gobiernos de Etiopía y Kenia, así como la Fuerza de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF, por sus siglas en inglés), han estado también trabajando íntimamente con EEUU, Gran Bretaña e Israel en África Oriental.

El grado de influencia de Israel en la oposición sudanesa y los grupos separatistas es significativo. El SPLM tiene fuertes vínculos con Israel, y sus miembros y partidarios visitan regularmente Israel. a esto se debe que Jartum se ha rendido y ha eliminado las restricciones para emitir pasaportes para visitar Israel a finales de 2009 para satisfacer al SPLM [4]. Salva Kiir Mayardit también ha declarado que Sudán del Sur reconocerá a Israel cuando se separe de Sudán.

The Sudan Tribune informó el 5 de Marzo de 2008 de que grupos separatistas de Darfur y Sudán del Sur tienen oficinas en Israel:

    Los partidarios [del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán] en Israel anunciaron el establecimiento de una oficina del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en Israel, según se informó hoy en un comunicado de prensa.

    “Después de consultar a los líderes del SPLM en Juba, los partidarios del SPLM en Israel han decidido establecer una oficina del SPLM en Israel.” Informaron [sic.] en una declaración recibida por correo electrónico desde Tel Aviv por la secretaría del SPLM en Israel.

    En la declaración se afirmó que la oficina del SPLM promovería las políticas y la visión del SPLM en la región. Más adelante el comunicado añadía que según el Acuerdo de Paz Conjunto, el SPLM tiene el derecho a abrir oficinas en cualquier país, incluyendo Israel. También se indicó que hay alrededor de 400 partidarios del SPLM en Israel. El líder rebelde de Darfur Andel Wahid al-Nur dijo la semana pasada que había abierto una oficina en Tel Aviv [5].

El secuestro del referéndum de 2001 en Sudán del Sur

¿Qué ha ocurrido con los sueños de una África unida o un Mundo Árabe unido? El panarabismo, un movimiento para unir a todos los pueblos que hablan árabe, ha tenido muchas pérdidas, así como el de una unidad africana. El Mundo Árabe y África se han balcanizados de manera continuada.

La secesión y la balcanización en África Oriental y el Mundo Árabe están dibujadas en la pizarra de EEUU, Gran Bretaña e Israel.

La insurgencia del SSLA ha sido apoyada de manera encubierta por EEUU, Gran Bretaña e Israel desde la década de los 80. La formación de un nuevo estado en Sudán no está encaminada a servir los intereses del pueblo de Sudán del Sur. Forma parte de una agenda geoestratégica más amplia dirigida a controlar África del Norte y Oriente Medio.

El proceso resultante de “democratización” que lleva al referéndum de enero de 2011 sirve a los intereses de las compañías petroleras anglo-estadounidenses y a la rivalidad con China. Y viene en detrimento de la verdadera soberanía nacional en Sudán del Sur.

Texto original en inglés : http://globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=22736

Traducido para Rebelion por Mariola y Jesús María García Pedrajas

NOTAS

[1] Una cleptocracia es un gobierno y/o Estado que trabaja para proteger, extender, profundizar, continuar y afianzar el bienestar de la clase dominante.

[2] Jeffrey Goldberg, “After Iraq: What Will The Middle East Look Like?” The Atlantic, enero/febrero 2008.

[3] William Maclean, “Copts on global Christmas alert after Egypt bombing”, Reuters, 5 de enero, 2011.

[4] “Sudan removes Israel travel ban from new passport”, Sudan Tribune, 3 de octubre, 2009: <http://www.sudantribune.com/spip.php?iframe&page=imprimable&id_article=32776>.

[5] “Sudan’s SPLM reportedly opens an office in Israel – statement”, Sudan Tribune, 5 de marzo, 2008:<http://www.sudantribune.com/spip.php?page=imprimable&id_article=26251>.

NOTAS DE TRADUCCIÓN

[n.t.] Revueltas de finales del siglo XIX, que enfrentaron a los sudaneses comandados por Muhammad Ahmad, autoproclamado Mahdi, contra los gobiernos egipcio y británico.

ANEXO: EL MAPA “ATLÁNTICO” DEL “NUEVO ORIENTE MEDIO”

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Nota: El siguiente mapa ha sido dibujado por Holly Lindem para un artículo de Jeffrey Goldberg. Fue publicado en The Atlantic in enero/febrero 2008.

(Map Copyright: The Atlantic, 2008).

Aviso (en el artículo original): las opiniones expresadas en este artículo son de la sola responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente las del Centro para la Investigación sobre la Globalización. Los contenidos de este artículo son de la sola responsabilidad del autor(es). El Centro para la Investigación sobre la Globalización no será responsable o imputable por cualquier afirmación incorrecta o imprecisa contenida en este artículo.

Mahdi Darius Nazemroaya es un investigador asociado al Centro de Investigación sobre la Globalización (CGR, por sus siglas en inglés).


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About the author:

An award-winning author and geopolitical analyst, Mahdi Darius Nazemroaya is the author of The Globalization of NATO (Clarity Press) and a forthcoming book The War on Libya and the Re-Colonization of Africa. He has also contributed to several other books ranging from cultural critique to international relations. He is a Sociologist and Research Associate at the Centre for Research on Globalization (CRG), a contributor at the Strategic Culture Foundation (SCF), Moscow, and a member of the Scientific Committee of Geopolitica, Italy.

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