El enemigo oscuro está con nosotros

Sección El arte de la guerra

Desde los pequeños hechos de crónica hasta los acontecimientos dramáticos, todo demuestra cuanto ha penetrado la idea de que una amenaza oscura hace presión en nosotros, ciudadanos de las grandes democracias occidentales. Ya que la guerra fría se acabó y que no se puede sostener la existencia de una amenaza comunista (ejemplificada por Reagan como “el imperio del mal”), había que encontrar inmediatamente otra amenaza con el fin de que los Estados Unidos y la OTAN puedan proseguir con su carrera armamentística y sus políticas de guerra. Es entonces que se endereza la amenaza del terrorismo arabo musulmán, el enemigo oscuro que se esconde en los ángulosmás sombríos de la tierra, según la definición que su thinktank ha susurró al presidente Bush después de los atentados del 11 de septiembre (éstos sí que fueron el fruto de oscuras tramas de los servicios secretos).Como lo explica Noam Chomsky, se dirigen al público en general como si éstos últimos fueran niños, utilizando personajes e entonaciones infantiles con objeto de provocar emociones en vez de reflexiones. Hay que reconocer que esta técnica del lobo feroz, reforzada por los medias, funciona sumamente bien creando verdaderas alucinaciones colectivas. En Pisa, una chica denuncia que tres Norteafricanos la violaron: inmediatamente, el alcalde Filippeschi (miembro del Partido democrático que se “opone” hoy en el parlamento, NdT) pide al ministro Maroni (miembro de la Liga del Norte, partido del gobierno con posiciones separatistas, NdT) más fuerzas de policía para la seguridad ciudadana, mientras el Consejo municipal decide por unanimidad de constituirse parte civil contra los responsables de la violación. En realidad, se descubre que esta violación fue inventada por la chica que está en crisis existencial pero que sin embargo tenía la ideas bastante claras para atribuir la violación a Árabes Norteafricanos fantasmales, para hacerla creíble. Ocurre el mismo fenómeno, a un nivel mucho más dramático, en Oslo. La masacre la atribuyen inmediatamente al terrorismo arabo musulmán. Eso se trasluce en las primeras declaraciones oficiales: el presidente napolitano condena el acto terrorista recordando el compromiso para la paz, mientras el presidente estadounidense Obama llama al mundo entero para que se paren estos actos de terror. Más explicito aun es el presidente de la UE, Van Rompuy, quién une el atentado terrorista al hecho de que Noruega rinde un buen servicio a la paz en las regiones más instables del planeta (participando en las guerras en Afganistán e en Libia). Noruega –comenta el periódico británico TheSun– abrió sus puertas a millares de inmigrantes musulmanes, los cuales han creado un terreno fértil para el terrorismo. Encontramos en la misma línea a la mayoría de los periódicos italianos. Desde hace mucho tiempo –confirma Guido Olimpio en el Corriere della Sera– Noruega está en el punto de mira del terrorismo de Al Qaeda. Al Qaeda ataca, anuncia Libero. Son ellos otra vez, nos atacan –denuncia IlGiornale con una editorial de FiammaNirenstein (diputada del Popolodellalibertà, el partido de Berlusconi, y presidente del Consejo internacional de los parlamentarios judíos, NdT)–subrayando que el Islam nunca hace el bien. Alberto Flores d’Arcais explica en el Tirreno que hay otra posibilidad, más inquietante aun: los atentados de Oslo demostrarían por primera vez que las amenazas de Gadafi contra Europa no eran simples palabras en el viento sino que escondían un terrible y real proyecto. La burbuja de jabón del matriz arabo musulmán explota enseguida: el autor de la masacre es un noruego, liado a la francmasonería y a medios prosionistas, que odia a los árabes y al Islam y que quiso castigar a su país por cederles demasiado. Mientras tanto, sin embargo, han contado a los lectores-niños-pequeños que es Gadafi él que amenaza Europa y por tanto sería justo bombardear Libia para parar al lobo feroz que nos quiere devorar.

Edición del martes 2 de agosto de 2011 de ilmanifesto.

Traducido del texto en francés por Stéphanie Dehorter para Mondialisation.ca.


Articles by: Manlio Dinucci

About the author:

Manlio Dinucci est géographe et journaliste. Il a une chronique hebdomadaire “L’art de la guerre” au quotidien italien il manifesto. Parmi ses derniers livres: Geocommunity (en trois tomes) Ed. Zanichelli 2013; Geolaboratorio, Ed. Zanichelli 2014;Se dici guerra…, Ed. Kappa Vu 2014.

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