Colombia frente a oportunidad de paz completa
Colombia vive un momento esperanzador por la posibilidad de conseguir la anhelada paz completa, pese a la complejidad que presupone aplicar con agilidad los pactos firmados con una guerrilla e iniciar negociaciones con otra.
Tras el acuerdo de noviembre entre el Gobierno y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) encaminado a concluir el largo conflicto entre ambas partes, el reto ahora es implementar lo consensuado.
Un primer gran paso en el terreno fue el desplazamiento de los miembros de esa organización hasta los puntos y zonas de transición donde abandonarán las armas y prepararán su reintegración a la sociedad, conforme a lo pactado.
En una megaoperación, la última marcha de las FARC-EP, unos seis mil hombres y mujeres llegaron a tales escenarios, no obstante las demoras gubernamentales para adecuarlos.
En buses, camiones, camionetas, lanchas y otros medios de transporte fueron trasladados los antiguos combatientes desde parajes intrincados de la selva a más de una veintena de sitios.
Lo que está ocurriendo es el reencuentro de Colombia, muchos familiares que no se veían hacía años están ya en contacto, los campesinos de varias localidades salieron de sus casas para ver pasar a los guerrilleros, subrayó el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo.
Insistió el negociador en que a pesar de los tropiezos ‘debemos alegrarnos frente a la oportunidad de superar la confrontación con las FARC-EP’.
A fin de habilitar cuanto antes los campamentos provisionales los integrantes de ese movimiento, el mayor de su tipo en la nación andina, son los encargados de levantar sus alojamientos con materiales proporcionados por el Ejecutivo.
ÂíLa paz va!, escribió en su cuenta de Twitter el líder de las FARC-EP -Timoleón Jiménez- en medio de los inconvenientes que las tropas encuentran a su paso por las difíciles condiciones en las que comenzó el período de postconflicto o posacuerdo.
Para facilitar el tránsito de los futuros desmovilizados a la vida civil es preciso preparar con suficiente tiempo de antelación el modelo de reintegración y así evitar demoras como las ocurridas en las zonas y puntos de transición, advirtió el politólogo y columnista de Semana León Valencia.
En medio de tales preparativos, del inicio de programas como la erradicación voluntaria de cultivos de uso ilícito y la continuidad de otros (el desminado), el Congreso tramita las leyes requeridas para esta etapa.
Ante tales desafíos y luego de varios intentos fallidos, el Gobierno y el igualmente rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) inauguraron la semana previa las conversaciones oficiales en Quito, Ecuador, en busca de un escenario de distensión integral.
Exhorto a las dos delegaciones a no levantarse de la mesa de concertación hasta que consigan terminar la guerra, declaró a Prensa Latina el sacerdote jesuita Francisco de Roux.
En segundo lugar -añadió- les pido tener paciencia porque será una negociación difícil (…) y que sin precipitarse comprendan que es preciso aprovechar el momento para avanzar.
Los dos equipos debatirán una agenda de seis puntos y paralelamente sesionará otro espacio de discusión en el cual podrán tratar temas de tipo humanitario como las retenciones de ciudadanos por el ELN y la persecución por razones políticas.
Es un instante de esperanza para los colombianos y también para los pueblos de América Latina y el Caribe por la perspectiva de acabar del todo el único conflicto armado que queda en el continente, subrayó De Roux.
Adalys Pilar Mireles