Venezuela defenderá la dignidad latinoamericana
IMAGEN: La canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez.
La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, comparecerá este lunes ante el Consejo Permanente de Organización de Estados Americanos (OEA) y, según analistas, ese ejercicio debe convertirse en una defensa de la dignidad latinoamericana.
La reunión tendrá como escenario el salón Simón Bolívar en la sede del organismo en Washington, algo que debe recordar a los miembros de ese foro la alerta del Libertador el 15 de agosto de 1829 con sus históricas palabras: ‘Los Estados Unidos parecen estar llamados por la Providencia a plagar de miseria a los países de América en nombre de la libertad’.
Ahora hay países que se apartan se esa realidad y se unen a los planes estadounidenses contra Venezuela en una aparente defensa de su pueblo, algo que reiteradamente denuncian las autoridades de Caracas.
El Consejo Permanente se reunirá también el martes a petición de Canadá, Argentina, Barbados, Bahamas, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay, sin dudas, en busca de una condena al Gobierno Bolivariano ordenada desde la Casa Blanca.
Pero, mientras tanto, el pueblo venezolano se movilizará el martes en defensa de la soberanía y la independencia, ante las constantes arremetidas por parte de ejes de poder imperial, según indicó Héctor Rodríguez, dirigente nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Recientemente, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, emitió un informe sobre la situación en esta nación que, según el ministro de Educación, Elías Jaua, está lleno ‘de insolencias, como insolente es la personalidad de Almagro; lleno de incoherencias, como incoherente es su moral; abundante en falsedades, como falsa es su actitud de demócrata’.
Según Jaua, Almagro, está justificando que la ‘solución’ a los problemas de los venezolanos y venezolanas venga desde el exterior.
Este documento del jefe de la OEA es un autoreconocimiento de su ineptitud de poder cumplir la tarea que le dieron sus empleadores de Washington de lograr los votos necesarios para aplicar la llamada ‘Carta Democrática’, puntualizó el ministro al referirse a los planes de utilizar ese papel contra el proceso bolivariano.
Al respecto, el académico y analistas Sergio Rodríguez Gelfenstein, señaló que el problema ya no es la OEA, sino Almagro y su servilismo.
En un extenso artículo, Rodríguez describe el triste papel desempeñado por la organización desde que fue fundada en Colombia el 30 de abril de 1948, a la medida de los intereses de la Casa Blanca para ‘tener gobiernos serviles que lo sostuvieran y secretarios generales abyectos que se prestaran a poner la cara cuando a Estados Unidos se le ocurría un nuevo atropello’.
En otras palabras, precisa, el secretario general está actuando de manera ilegal cuando trata de aplicar la llamada Carta Democrática a esta nación, por lo que si la OEA fuera una organización seria, lo debería destituir.
En referencia al informe y las ‘decisiones’ del ex canciller uruguayo señala que es evidente ‘no existe ni en la Carta, ni en las reglas de funcionamiento de la OEA, la potestad de un secretario general de llamar a realizar elecciones en un país’, como trata de imponer a los venezolanos.
Almagro, señala el académico, es un militante durante la mayor parte de su vida del Partido Nacional de Uruguay que se define ideológicamente como nacionalista y panamericanista, un seguidor de este paradigma que expone lealtad hacia Estados Unidos y la oposición a la integración latinoamericana y caribeña.
Las reuniones en Washington esta semana deben mostrar si se mantiene que la OEA es aun el ‘Ministerio de Colonia’, que idearon su fundadores apegados a las palabras que pronunciara el 2 de diciembre de 1823, el estadounidense James Monroe, cuando dijo ‘América para los americanos’.
Por lo pronto, Venezuela debe alzarse como defensora de la dignidad latinoamericana ante las maquinaciones de Almagro, quien se vale del Ministerio de Colonias para congraciarse con el norte revuelto y brutal como lo describió el apóstol cubano José Martí, según reseña el historiador venezolano Antonio Manrique.
Luis Beaton